29 de octubre de 2011

ACTIVIDADES DE JOVENES REVISIONISTAS (MES DE NOVIEMBRE)




MARTES 1° DE NOVIEMBRE, a las 18 horas, en la C.G.T. (Azopardo 802, Buenos Aires): Disertación del Dr. Alberto González Arzac, "Juan Manuel de Rosas: Héroe Nacional o Tirano Sangriento". Se proyectará, además, un documental sobre el Restaurador de las Leyes, en homenaje al Día de la Soberanía.


VIERNES 4 DE NOVIEMBRE, a las 18:30 horas, disertación del Sr. Ignacio Pérez Borgarelli, "Luis Alberto de Herrera y su actuación en Hispanoamérica". En el Salón Oval del Instituto Nacional de Invstigaciones Históricas "Juan Manuel de Rosas", calle Montevideo 641, Buenos Aires.



Comisión Directiva
JOVENES REVISIONISTAS

25 de octubre de 2011

1810-1850, PARQUE DE LOS PATRICIOS

Imagen de Parque de los Patricios de 1920.

Entre 1810 y 1850 los terrenos que luego ocuparía el barrio de los Corrales Viejos (hoy Parque de los Patricios) correspondían a una zona periférica poblada de lagunas, quintas que se conservaron hasta ppios. del S.XX y caminos polvorientos transitado por ganado y carretas, que la noche tornaba misteriosos y peligrosos, donde siempre existía algún valiente jinete que se atrevìa a cruzarlos desafiando el oscuro paisaje campestre. En estos parajes donde la pampa infinita asomaba su rostro, muchos años después aparecerían las pulperías y sus canchas de bochas y la presencia de gallinas y perros.

La actual avenida Caseros era denominada Zanjón de las Quintas, y tenìa su significado: anchos caminos repletos de cultivos. El camino que atravesaba los quintones, conociò el paso de los boyeros con sus carretas que a veces, cuando llovía tres días o más, se quedaban empantanados dado que, todo era un lodazal.

La lectura de la novela histórica Amalia de José Mármol, nos indica que cómo era esa zona pintoresca que hoy es la avenida Caseros otrora antes conocida como Alvear del Sur, por sus edificios a la manera de cascos de estancia, trabajados portones de hierro forjado, muchos árboles y miradores, desde donde se veìan los mástiles de los buques anclados en el Riachuelo. Por 1830, se lo veía cabalgar al poeta Esteban Echeverría, rumbo a una quinta de Bar, donde vivía su amada.

Con el correr de los años el zanjón fue desapareciendo y de ser un camino polvoriento pasó a ser calle ancha y avenida luego.

Hasta el año 1859 en los planos aparece com partido de San José de Flores de la Provincia de Buenos Aires. En esa fecha (1810-1850) la familia Escalada ya había comprado una quinta que se encontraba en Caseros y Monasterio. En ese lugar, transcurrieron los últimos días de la vida de María del los Remedios de Escalada, señora del general D. José de San Martín y fue allí donde el general fue a buscar a su hija Mercedes, antes de partir a su exìlio en Europa. A pocos metros estaba la quinta de la familia Bunge y allí nacieron y descansaban habituamente, el diseñador de la Casa de Rosas, el que fue intendente en 1896 y muchas personalidades ilustres de nuestra historia.

Muy cerca de la quinta de Escalada, en Caseros 2526 vivió y murió otro prócer de la Argentina: el marino Tomás Espora. Allí lo visitaban sus compadres: Brown y Rosas. Todavía subsiste la construcción y es una de las más antiguas en pie de todo el sur de la ciudad.

Frente a la quinta de Espora se instaló en 1850 la familia Gowland (Caseros, entre Jujuy y Alberti) siendo uno de sus integrantes, Daniel el promotor fundamental del Ferrocarril al Oeste. Era tan famoso Gowland que la actual Avda. La Plata usada por él como camino de retorno a su quinta era llamada por entonces "Camino de Gowland".


Por Javier Molina Salas


Bibliografìa consultada:

  • Amalia, de José Mármol.
  • Breve Reseña Històrica de Parque de los Patricios, Foro de la Memoria de Parque de los Patricios.
  • Archivo Histórico Nacional.
  • Ayer y Hoy de Boedo, de Diego A. del Pino.

15 de octubre de 2011

JORNADA DE CINE-DEBATE DE JOVENES REVISIONISTAS: PROYECCION DE "EL CID" (14 DE OCTUBRE)



Afiche promocionado por Jóvenes Revisionistas para la proyección del film "El Cid", en su primera Jornada de Cine-Debate.


Cumpliendo con uno de los puntos hablados durante el Plenario del 26 de Agosto de 2011, Jóvenes Revisionistas desarrolló exitosamente su Primera Jornada de Cine-Debate en lo que va del presente año. La misma tuvo lugar el viernes 14 de Octubre en la sala de conferencias del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”, a cuyas autoridades agradecemos de corazón el habernos facilitado no solamente las instalaciones en sí, sino también el cañón proyector que el mismo dispone para este tipo de eventos.

Entre el público presente, debemos destacar la presencia del Dr. Carlos Manuel Torreira, actual Pro-Secretario de la Asociación Cooperadora del Museo Regional “Juan Manuel de Rosas”, de General San Martín (ex Comandancia de los Santos Lugares de Rosas), y miembro del Instituto Nacional “Juan Manuel de Rosas” de Buenos Aires, quien ha asistido con su señora esposa. Tan digna presencia, nos llena de orgullo y nos incita a continuar con la batalla cultural para levantar a nuestra querida patria de su letargo.

Antes de pasar la película “El Cid”, que cuenta con las destacadas actuaciones de Sofía Loren y Charlton Heston, el presidente de Jóvenes Revisionistas, Gabriel Turone, explicó sucintamente cuál es la modalidad que guía los pasos de las Jornadas de Cine-Debate. Se exhibirá 1 película por mes y, de acuerdo a la efemérides patria más cercana, la temática de aquélla será afín. Considerando, pues, que Octubre es el Mes de la Hispanidad, qué mejor idea que proyectar algún film donde se hable sobre la legendaria figura del Cid Campeador. Para el mes de Noviembre, Mes de la Tradición, está contemplado proyectar una película que verse sobre el Martín Fierro. Y así, hasta cubrir los doce meses del calendario.

Luego, Turone leyó algunas líneas que había preparado para la ocasión, con la idea de introducir al público presente sobre lo que se iba a mostrar:

“En un periódico de 1910 (que hace una extensa referencia a la Argentina en sus primeros 100 años de vida), leemos de Ricardo Rojas lo que sigue:

“Tres fuerzas del alma, realizaron en las Indias la fusión de las dos razas progenitoras: el amor, la religión y la muerte (…) La daga y el arcabuz castellanos trajeron al servicio de la conquista más indios que el número de los heridos por ellos. (…) La sugestión evangélica fue otra fuerza eficaz de acercamiento entre esos pueblos hostiles, ya sonara hecha música en el rústico rabelillo de Francisco Solano, o llevara virtud de proselitismo en la voz del jesuita Ruiz Montoya. Los apóstoles de Indias abrían en la conciencia del aborigen idólatra y del soldado supersticioso, la senda celeste de la fraternidad y del amor. Desde el padre Bartolomé de las Casas, protector de los indios, hasta el último misionero, podían hablar al más rico feudatario en nombre de las ordenanzas de Valladolid que garantizaban la vida de los naturales o del Evangelio que aconsejaba la caridad. Asimismo los predicadores que buscaban analogías entre los mitos indianos y los dogmas católicos, aprendían el quichua o el guaraní para enseñar en esas lenguas la doctrina y se aparecían en las tribus, pacíficos, misteriosos, taumaturgos, como una transfiguración de sus hechiceros”. Nada obscurece “la gloria del cristianismo en América, donde al mediar entre ambas razas, acercábalas dignificando la conciencia del indio y suavizando la voluntad del soldado”.

“Si trazamos un paralelismo del Conquistador Español y el Cid Campeador “la tierra no se acordaba de hombre alguno que se hubiese aventurado a poseerla con tan mágica fuerza en los ademanes, con ensueño más alto en el propósito, con avidez mayor en el deseo. (…) De tal modo la proeza le engrandecía, que perseguido quizás en Sevilla por los justicias y verdugos del rey, llegó a ser en las Indias, justicia y verdugo de reyes. Sujeto de abandonar la patria y lanzarse por ella a lo desconocido, en frágiles naves, fue capaz de quemarlas, cerrando a sus espaldas todo camino, pues su arrojo no conocía sino dos: el del triunfo y el de la muerte, los dos adelante”. Y sigue diciendo Rojas: “Las proezas de Granada contra el moro, los abordajes de Lepanto contra el turco, los degüellos de Flandes contra el hereje, no fueron sino tanteos de su expansión, ensayos de su heroísmo, iniciaciones de su fe. Su raza era la elegida de Dios para misión más preclara; y él era el elegido de su raza, flor y compendio de virtudes guerreras”. El Conquistador trajo a América “el verbo y el credo de una civilización más extensa y más alta. Por ellos nos acercó a la armonía y la felicidad de los hombres”.

“Al decir del profesor Jorge Oscar Sulé, “El hecho más importante del Renacimiento es el descubrimiento de América”. Y “DESCUBRIR es hacer patente (…) algo que era desconocido, es destapar lo que está cubierto, es dar a luz a lo que está en la sombra…”. Del descubrimiento nace “una nueva cultura, la HISPANOAMERICANA (…) que NO ES una SUPERPOSICION. Es una INTEGRACION de los elementos que se encuentran, aunque la fusión integradora reposa sobre los guiones culturales españoles” (religión, lengua, derecho, etc., etc.).”


LA PELICULA

El film “El Cid” es del año 1961 y fue un largometraje de algo más de 3 horas de duración. De acuerdo a la selección hecha para el Cine-Debate, representa la mejor película del género retratado, bastante bien lograda en cuanto a escenas, personajes y relatos.

Parte de la escenografía puesta para la ocasión.


Díaz de Vivar aparece como la encarnación del héroe español que, en lucha contra la dominación de los Moros, se coloca al servicio, primero, del rey Sancho II (de Castilla y de León), y luego, con variadas intermitencias, bajo el monarca Alfonso VI (sucesor de Sancho II tras su muerte en 1072).

La primera desavenencia del Cid Campeador (Díaz de Vivar) deviene por su carácter caballeresco en el buen combate, al perdonarle la vida a unos jefes musulmanes que había capturado y que los presentó, encadenados y todo, en Castilla. Bajo la promesa de que los moros (o una facción de ellos, al menos) no volviera a atacar nunca más a los cristianos, el Cid los dejó en libertad. Una actitud semejante, fue tomada en su tiempo como una “traición”, si bien primó en el héroe épico la caridad cristiana ante el vencido o derrotado. La situación empeoró para el Cid cuando, en duelo judicial, dio muerte a un caballero navarro, Don Jimeno Garcés, padre de quien fuera esposa de Díaz de Vivar en 1074, doña Jimena Garcés.

Contratados sus servicios por el rey de Zaragoza, al-Muqadir, moros amigos ya de los cristianos a los que juraron no atacar jamás, el Cid Campeador (Cid en lengua árabe quiere decir Señor, y Campeador probablemente derive de campi doctor, instructor de reclutas) volvió, al mismo tiempo, a hacer las paces con el rey Alfonso VI. De allí en más, y hasta su destierro definitivo, Rodrigo Díaz de Vivar logrará reunir en sus incontables batallas por los reinos cristianos a españoles que le siguieron y a moros por igual. Combatió, y derrotó, a aquellos musulmanes levantiscos que prometían llevar adelante una ‘guerra santa’ en nombre de Alá hasta acabar con todo cristiano.

Mientras tanto, su familia (compuesta por su esposa Jimena y dos hijas) se plegaron a las aventuras épicas del Cid, quien, como dijimos, sufrió exilios y el peligro inminente de la muerte en los campos de batalla por los reinos de Castilla y León. Sin importar las consecuencias de una vida en constante peligro de muerte, la actitud compañera de Jimena nos recuerda a la que tuvo, por citar sólo un caso, doña Victoria Romero cuando lo acompañó, hasta el martirio, al caudillo federal Ángel Vicente Peñaloza en Olta, o cuando recibió en una batalla un hachazo certero que, al decir de los cronistas, le desfiguró su rostro en momentos en que su amado “Chacho” yacía rodeado de tropas enemigas. Ese espíritu, que viene allende los siglos, es el que legaron nuestros gauchos, y en el cual se forjaron sus familias.

El Dr. Carlos Manuel Torreira junto a su señora esposa nos acompañaron en la Jornada de Cine-Debate. El Instituto Rosas de Gral. San Martín estuvo presente en su honrosa persona.


El rol de doña Jimena, que recibe como última misión de un ya moribundo Cid Campeador (tras las acciones contra los moros levantiscos que querían reocupar el reino de Valencia, ganado por el Cid a España en 1089) para que forme la educación y encamine a sus dos hijas, nos habla de un compromiso que trasciende la muerte del hombre protector, padre y guerrero a la vez, y de la mujer en su cabal sentido de madre igualmente protectora que no dejará de cumplir su más tierno y sincero desempeño en la sociedad, como lo es la crianza de sus hijos. Rol, acaso, que la modernidad globalizada ha desdeñado para que la fémina rinda mejores ganancias al sistema capitalista y, en cambio, afeminó el porte del hombre o varón. Roles invertidos, si se quiere, devenidos de una dialéctica que acusa y condena -con enormes trágicas consecuencias- el papel de la familia cristiana.

La reiteración de escenas en las que Rodrigo Díaz de Vivar monta a caballo, y galopa por las mesetas españolas en busca de la gloria de la raza, también tiene una gran similitud con el gauchaje de nuestras pampas, luchador infatigable al que sólo le bastaba el empeño de la palabra para saber obrar con dignidad y honor. Lo mismo que el Cid, nuestro hombre de tierra adentro fue jinete sin par, hombre de la tierra, guerrero indómito.

La película “El Cid” merece ser vista más de una vez, pues de ella se pueden sacar mayores conclusiones, al tiempo que comprender cómo es que Occidente, en general, ha dejado de lado un legado que supo ser majestuoso y trascendental.



Comisión Directiva

JOVENES REVISIONISTAS

13 de octubre de 2011

BAJO QUE SIGNOS NACE UNA SOCIEDAD INVESTIGADORA, POR RAMON DOLL (1939)

Ramón Doll

Cuando el contralmirante Leblanc a principios del año 1838 da orden de bloquear el Río de la Plata, puede decirse que comienza una década, la más peligrosa, la más llena de riesgos que hay podido vivir nuestra nacionalidad. Una vacilación, cualquier maniobra equivocada hubiera terminado con nuestra soberanía para siempre dando ventajas a las aventuras imperialistas de una potencia que en esos momentos andaba por el mundo provocando a los países débiles con ánimo de recuperar su poderío colonial. Y el riesgo fué doblemente grave en cuanto a la intervención francesa del primer momento, se acopló luego la inglesa, acaso con la manifiesta intención de vigilar a su aliada y exigir su parte en el botín de una de las zonas más ricas de ambos continentes. Estratégica y diplomáticamente, a pesar de los enemigos de adentro y de afuera, el triunfo mantuvo nuestra soberanía, nuestra dignidad y nuestra emancipación nominal y real. La Providencia nos deparó al hombre del destino que no era un Bey de Argelia y el país fue salvado de milagro.

Coincidencia de épocas. También a principios de 1938, en el escenario de la década que abarca la invasión anglofrancesa detenida por Rosas, el país empieza a sentir el peso brutal de la opresión extranjera, esta vez en forma de enfeudamiento económico y de enajenación espiritual. El proceso de recolonización y descastamiento aconsejado y realizado por la generación de los proscriptos llega a un período agudo, decisivo, de inminente crisis, y que si se abandona al solo juego y gravitación natural de las fuerzas económicas terminará, no ya con las briznas de libertad y emancipación real que aún nos queda, sino con la independencia nominal y simbólica que nos concede el Himno y la Bandera.

Espíritus argentinos muy avisados, nos dicen que sólo queda la oportunidad de los diez años que ahora han comenzado para realizar la obra de resurgimiento nacional que detenga aquella solución calamitosa de la crisis en que el proceso colonizante de 1853, ha colocado al país. Si no se empieza a trabajar ahora mismo con fe, la última capa, la definitiva costra geológica de extranjería, de babélica confusión, de campo de concentración internacional, aplastará para siempre los últimos conatos de reacción y las reservas nacionales ya no podrán, ni estarán en condiciones de ser y resistir más...

Antes de pasar adelante conviene advertir que si el signo ostensible de la iniciación de la peligrosa década 1838-1848, fué el bloqueo francés, ahora el signo inicial no es menos ostensible y debe llamar crudamente la atención de los argentinos. Ha comenzado, efectivamente nuestra Metrópoli financiera y económica, a abandonar los métodos liberales de colonización, que consistían en exigir al Estado argentino para los capitales y empresas particulares extranjeros, una rigurosa neutralidad. Un ferrocarril, una empresa petrolera, un teléfono se conformaban con que el Estado argentino le asegurara una buena justicia, sencillamente porque en el libre juego de la economía mundial nuestros amos tenían el control de los resortes no sólo financieros, sino psicológicos.

Pero las cosas han cambiado fundamentalmente y ahora la complejidad internacional, resaba los cuadros y fuerza hasta hacerlos saltar, esos resortes de la economía liberal. He aquí que el capitalismo extranjero se presenta ante el Estado argentino y después de 85 años de desdeñosa indiferencia por él, le pide que adquiera sus concesiones, sus artefactos y sus monopolios.

Y el Estado argentino ha empezado a comprar, asegurándole a su vendedor una renta vitalicia, con la garantía del tesoro nacional. Es decir, el Estado argentino nacionaliza los ferrocarriles o las instalaciones petroleras pero no para el país, sino para los extranjeros, ahorrándoles el trabajo de explotación y los riesgos del negocio.

Esta conversión de relaciones del derecho privado como eran las que mantenía el capital extranjero con el Estado, en un vínculo que puede afectar nuestra soberanía, pues desde ahora está comprometida la solvencia de la Nación soberana y su incumplimiento afectaría a todo el país, esa conversión de una economía libre en una economía dirigida e instrumentada a favor de los mismos amos, nos coloca frente al mismo abismo de 1838.

Este signo es igual a la orden del Contralmirante Leblanc. Y ambos a un siglo justo de distancia.

Ya puede advertirse por qué sin consignas previas un grupo de ciudadanos se encontró de pronto reunido, constituído y organizado en una Sociedad tendiente a investigar la época de Rosas. El espectáculo de la Nación amenazada por el enemigo de hoy, hizo volver las cabezas hacia el pasado en busca del ejemplo inspirador; el temor, la patriótica indignación, la santa ira provocada por los que quieren destruirnos siempre, nos devolvió a la Historia Nacional, a la verdadera, a la que refiere cuáles fueron nuestras dignidades; no a la otra, a la Historia oficial, que sólo habla de nuestras humillaciones y nuestros baldones.

En presencia del peligro, la Historia deja de ser una cháchara insulza de académicos papeleros que se reúnen para contar chistes de alcoba de los personajes y sus queridas; ni es un mero regodeo estético de intelectuales; ni siquiera una ilustración coloreada de propaganda doctrinaria para justificar la Tiranía o para cohonestar la Democracia. En presencia del peligro, la Historia es un recurso para sortearlo, es un elemento vital, es una manera de vivir para salvarse. El hombre escudriña y luego intuye el pasado, reviviéndolo con su propio patetismo y no reverencia sino lo que le sirva como inspiración para protegerse de los enemigos presentes.

Nadie puede asegurar que Rosas corporice tal o cual sistema político.

La derecha rosista puede decir que Rosas es un argumento para la instalación de un gobierno fuerte; sin embargo, podría contestársele que el argumento extraído de las mismas afirmaciones interesadas de los enemigos de Rosas, puede tener su misma inconsistencia y además, su misma falta de probanzas.

La izquierda rosista, puede afirmar que Rosas era una encarnación del sistema democrático, jefe de las masas federales y taumaturgo demagógico de la negrada y el gauchage; ¿qué valdría todo esto, si efectivamente es cierto, para informar un credo político con el ejemplo de aquél César? ¿Acaso un jefe de masas o un grupo oligárquico no pueden igualmente salvar o vender a la Nación en un momento determinado?

Si nos quedáramos en ese punto de vista, todo lo que podríamos afirmar es que siendo Rosas un verdadero estadista, no se pagó de sistema alguno y se sirvió de todos los elementos sociales, simultánea o consecutivamente, cuando con ellos podía realizar los grandes fines del Estado. Apoyado en una oligarquía de hacendados o en las masas populares, su obra está ahí, defendiendo el país contra la destrucción, la muerte o la anarquía.

He aquí las únicas “vivencias” que en la historia rosista pueden encontrar todos los argentinos: déspota o no, Rosas es el auténtico y esforzado defensor de los intereses argentinos.

Y bien; esas “vivencias”, ese motivo inspirador de la defensa nacional, ha aflorado justo a un siglo de la invasión anglo-francesa con una unificación muy honda, porque el anhelo de un resurgimiento nacional y de reincorporar la argentinidad interesa a órganos y tejidos vitales para la superviviencia del país.

Algo debe haber comprendido la trama antinacional que nos aherroja porque también, justo a un siglo del comienzo de la defensa de nuestra soberanía, aquélla decidió organizar un plan de aturdimiento y de estrépito alrededor de la figura de quien había sido más traidor. Se quiso distraer la atención de un pueblo que podía, quizás, ante la efemérides, ante la indicación de un almanaque, resolverse e investigar como era eso de que los argentinos en Martín García, en Vuelta de Obligado, morían defendiendo al país, dirigidos por un Jefe de Estado que los condujo en definitiva a grandes triunfos...Y se hizo ruido, mucho ruido con el nombre del que en esos momentos o después renegó de la ciudadanía argentina, en Chile, se hizo ruido con el apónimo de la traición.

Esa bullanga es el otro signo bajo el cual nació una sociedad justiciera.

10 de octubre de 2011

CONFERENCIA "LA EDUCACION EN TIEMPOS DE ROSAS", DEL DR. GELLY CANTILO EN EL INSTITUTO ROSAS DE SAN MARTIN (8 DE OCTUBRE)





El sábado 8 de Octubre próximo pasado, algunos integrantes de la Comisión Directiva de Jóvenes Revisionistas (JR) se hicieron presentes en las instalaciones del Instituto Rosas de la localidad de General San Martín, provincia de Buenos Aires, donde tuvo lugar la muy interesante disertación del Dr. Alberto Gelly Cantilo sobre “La Educación en Tiempos de Rosas”.



En un clima de camaradería y revisionismo, una vez más se entrelazaron las relaciones entre el “Rosas Central” (así se le dice por los pagos de la ex Comandancia de los Santos Lugares de Rosas al Instituto de Capital Federal) y el de General San Martín, pues, como en este caso, la charla estuvo a cargo del actual Vicepresidente 1° de la primera entidad nombrada. Gelly Cantilo es, además, una persona que a Jóvenes Revisionistas le ha brindado una ayuda inmejorable en y desde los primeros meses de gestión de la nueva comisión directiva surgida en octubre de 2010.




La disertación desenmascaró la añeja mentira de que el régimen de la Santa Federación era “inculto” y “bárbaro” en materia de educación. Dando nombres de personalidades que luego de Caseros llegaron a ser jueces y hasta presidentes de la Nación (verbigracia, el Dr. Luis Sáenz Peña) gracias a la formación de las instituciones educativas de Rosas, el Dr. Gelly Cantilo puso énfasis en recalcar que muchos omiten decir que nunca, ni aún en los tiempos del bloqueo anglo-francés, se cerraron las puertas de las escuelas y universidades, y que en momentos tan aciagos los docentes trabajaron ad honorem para seguir instruyendo a las juventudes argentinas.

Al repasar los planes de estudio que tenían dichas instituciones, se podía observar la preparación que el ciudadano adquiría en esos tiempos de supuesta “barbarie”: desde la aritmética pasando por el dibujo y la música, hasta la filosofía y las clases de Moralidad y Ciencias Sagradas, por esbozar, a vuelo de pájaro, un resumen de la completísima educación que se impartía entonces.

Desde niños era menester aprender sobre los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, en Geografía, lo mismo la jurisprudencia sobre los límites patagónicos nuestros.


Cintillos punzó originales que fueron entregadas en comodato por el Museo Luján "Enrique Udaondo" al Museo Regional "Santos Lugares de Rosas". Al lado, yace un chaleco federal también original.


Todos debían contribuir, de modo alguno, con su patria, por eso Rosas establecía que todo profesional, una vez recibido con dinero del erario público, debía servir a las armas por un período de tres años en los ejércitos federales. Este era el modo de retribuir al país por tener una esmerada cultura y educación solventada por el Estado de la provincia de Buenos Aires.


Restos de frascos y platos antiguos encontrados en donde estaban ubicadas las instalaciones militares de la ex Comandancia de los Santos Lugares de Rosas, luego convertido en escuela previo saqueo del material bélico por parte de las tropas brasileñas que, aliadas con el general Justo José de Urquiza, derrotaron a Rosas en Caseros y se hicieron "cargo" de las instalaciones...


Al finalizar la charla, la cual se dio en una sala repleta, se degustaron algunas achuras que se iban haciendo mientras se desarrollaba la charla. Hasta hubo tiempo para algunos temas improvisados de folklore, como queda consignado en una de las fotos.

Las fotos sacadas en el Museo Regional, que está dentro de la que fuera la vivienda y oficina del secretario de Rosas, Don Antonino Reyes, fueron la antesala de nuestra despedida del lugar.




Comisión Directiva

JOVENES REVISIONISTAS

4 de octubre de 2011

ACTO POR LA REPATRIACION DE LOS RESTOS DE ROSAS (30 DE SEPTIEMBRE DE 2011)

En el centro de la escena, arriba de una tarima habló al público presente el Dr. Alberto Gelly Cantilo, Vicepresidente 1º del Instituto Rosas.

El viernes 30 de septiembre próximo pasado, el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas "Juan Manuel de Rosas" conmemoró el 22º Aniversario de la Repatriación de los Restos del Restaurador de las Leyes a la patria en el cementerio de La Recoleta.


Desde otro ángulo, puede verse a la gente que presenció el 22 Aniversario de la Repatriación de los Restos de Juan Manuel de Rosas. En primer plano, las banderas de la Confederación Argentina y la Bandera Nacional actual.

Una delegación de Jóvenes Revisionistas (JR) estuvo presente en el lugar. Observamos momentos emotivos, tales como la entonación del Himno Nacional Argentino y el toque de silencio que dio un trompa del Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín". Ellos, junto a efectivos de la Infantería de Marina (con uniforme histórico), de la Armada Argentina (también con vestimenta histórica) y oficiales del Ejército Argentino, entre ellos uno del Regimiento de Infantería I 'Patricios'.


Frente a la puerta principal de la bóveda de la familia Ortiz de Rozas, se encontraba el presidente del Instituto Rosas, Dr. Alberto González Arzac.

Entremezclados con ellos, estuvieron autoridades del Instituto Rosas como ser el Dr. Oscar Denovi, el Dr. Alberto González Arzac, el Dr. Alberto Gelly Cantilo, Diego Gutiérrez Walker, José Luis Muñoz Azpiri y algunos representantes del Instituto Rosas de General San Martín. Incluyo, se hizo presente un descendiente del general federal Juan Garretón, Héroe de la Campaña al Desierto de 1833/34.


Cordón militar con uniformes históricos. En el momento en que fue sacada la imagen, el trompa del Regimiento de Granaderos hacía un toque de silencio; los efectivos se pusieron firmes, en respeto al Restaurador.

El homenaje fue muy emotivo y estuvo acorde a lo que se celebraba.


Uno de los miembros de Jóvenes Revisionistas, el Vocal Titular Rodrigo Morán, en una foto delante del sepulcro que guarda los restos del ex Gobernador de la Provincia de Buenos Aires que recién regresó al país en 1989.


Comisión Directiva
JOVENES REVISIONISTAS