16 de noviembre de 2007

Ciclo de Pensadores Nacionales: Pensamiento político y filosófico de Nimio de Anquín

Ciclo de Pensadores Nacionales.
INSTITUTO JUAN MANUEL DE ROSAS.



Nimio de Anquín: Entre el ser y la Patria.
Por Alberto Buela (14/11/07).




Datos bio-bibliográficos

Nimio Juan Manuel de Anquín nació en la ciudad de Córdoba (Argentina) el 12 de agosto de 1896 y falleció en la misma ciudad el 16 de mayo de 1979. Su padre fue de oficio carpintero. Se casa con Eloísa Cabrera, descendiente de Jerónimo Cabrera fundador de Córdoba, con la que tiene ocho hijos.
Comienza estudiando derecho y ciencias naturales, aun cuando no termina las carreras. A partir de 1920 trabaja como editorialista en el diario Los principios junto con su cuñado Arturo Cabrera. En 1924 participa junto con su gran amigo el profesor Martínez Villada de la primera revista Arx. En 1926, junto con otro renombrado filósofo Carlos Astrada, obtiene una beca para estudiar en Alemania. En Hamburgo siguió cursos durante tres semestres con Ernst Cassirer y Albert Goerland. De regreso fue designado profesor de Lógica y Moral en el colegio Monserrat(1927) donde dictó la materia hasta jubilarse. En 1936 empezó a enseñar Lógica en al facultad de filosofía de la universidad de Córdoba, de donde fue separado en 1938 por su oposición al corrupto gobierno argentino de la denominada década infame(1930-1943).En el ínterin participa de los cursos de cultura católica y regresa en 1947 a la facultad para enseñar, además de Lógica, Metafísica. Funda la revista Arkhé(1952-54). En 1955, con la caída del gobierno peronista, es exonerado de las cátedras y pasa a enseñar en la universidad católica de Santa Fe y privadamente. En 1970 se le devuelven sus cátedras en donde enseña hasta su muerte.
Otros hechos académicos destacables son su designación como becario por la comisión nacional de cultura en 1941 para realizar estudios históricos en Bolivia. En 1948 participa del congreso Suárez-Balmes en Barcelona. Al año siguiente trabaja activamente en la organización del primer congreso nacional e internacional de Mendoza(Argentina) donde asiste lo más granado de la filosofía del momento. El 24 de junio de l950 es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Maguncia. En l951 asiste al congreso mundial de filosofía en Lima(Perú). En 1958 viaja al congreso mundial de Venecia y en 1971 participa del segundo congreso nacional de filosofía en Argentina.
En cuanto a su producción bibliográfica, de Anquín se caracterizó por la escritura de artículos puntuales, munídos de un aparato erudito inaudito para la época (1) y el medio que lo circundaba. Su mundo circundante fue, siempre, su precaria situación económica, gastó sueldos íntegros en libros, y estuvo rodeado por la ignorancia del medio provincial cordobés, reticente a las últimas novedades en materia de investigación seria y sopesada. No hay que olvidar que si en Buenos Aires se copia y se imita a Europa, en Córdoba, y en provincias en general, se lo hace mucho más y peor, al estilo de un remedo. De Anquín rompe con este brete histórico a partir de una inteligencia que no imita y sabe seleccionar lo valioso de aquello que no lo es.

Libros:

Los únicos dos libros que publicara en vida, Ente y Ser, Madrid, Gredos,(1962) y Escritos políticos, Santa Fe,(1972) están constituidos por artículos seleccionados ad hoc. No obstante lo cual ambos pueden leerse como obras unitarias pues tienen un hilo conductor y marcan un despliegue expositivo de principio, medio y fin.
Con justa razón afirma uno de sus discípulos hablando de la estructura de Ente y Ser: “En esto el método es común con la escolástica: ... así una vez que se han tratado todos los problemas de la filosofía, se intenta considerar la posible relación de la razón con la fe(se refiere al último capítulo Filosofía y religión)” [1].

Opúsculos:

Son siete los opúsculos publicados siendo, en nuestra opinión, el sexto el que marca el giro de la meditación anquiniana con el rechazo definitivo de la analogía por la participación y el desplazamiento del hombre cristiano- tertius genus- como tipo antropológico porque niega toda posible relación entre el homo capax entis(griego) y el homo capax Dei (judío). Estos opúsculos son:
1.Un aspecto de la neoescolástica: Nueva forma de realismo inmediato(1926)48 pp.
2.El problema epistemológico en la filosofía actual(1927)64 pp.
3.Corto comentario al “Wozu Dichther” de Hoelderlin(1952) 11 pp.
4.Antropología de los tres hombres históricos(1951) 37 pp.
5.Mito y Política(1956) 30 pp.
6.Presencia de Santo Tomás en el pensamiento contemporáneo(1964) 28 pp. (este trabajo es el que marca el giro aquiniano)
7.De las dos inhabitaciones en el hombre(1971)64 pp.


Artículos mayores

Este grupo de artículos está constituido por una media docena de trabajos que bien podrían ser editados como publicaciones separadas debido a su extensión y desarrollo temático, pero que sólo fueron publicados como artículos en revistas especializadas. Entre ellos destacamos los siguientes:
1.Como se desarrolló el pensamiento de Aristóteles(1939) 122 pp.
2.Sobre la fortaleza y la muerte(1942) 40 pp.
3.Génesis interna de las tres escolásticas(1952)47 pp.
4.El problema de la desmitologización (1964) 30 pp.
5.Los grandes dialécticos del siglo XX (1965) 36 pp.
6.Wagner Jaeger y el cristianismo primitivo(1966) 30 pp.

Escritos póstumos

1.Tres artículos sobre Leopoldo Lugones, Buenos Aires(1980).
2.Curso de Lógica 1945,Córdoba (1995).

Conjunto de su pensamiento


El contexto histórico doctrinario a que pertenece de Anquín es la denominada tercera escolástica, es decir, la escuela filosófica que desde León XIII hasta nuestros días trabaja a partir de los presupuestos de la filosofía como preambula fidei, compuesta por diversas corrientes como los tomistas, escotistas, suarecianos, agustinianos, etc.
Nuestro autor debe ser emplazado entre los primeros, de una sólida formación tomista, sobre él ha afirmado hace más de medio siglo el historiador de la filosofía Alberto Caturelli: “No dudamos en proclamar a Nimio de Anquín, la primera cabeza filosófica de Hispanoamérica [2].

Se puede exponer el pensamiento del filósofo cordobés de dos maneras:
a) Una, tal como lo hace el mencionado Caturelli, primerizo alumno suyo, que es estableciendo claramente la distinción entre dos períodos. El primero bajo el signo del tomismo y sus problemas; la topología histórico-metafísica de la Edad Media; la crítica al existencialismo en Derelicti sumus in mundo(1949) y un segundo de marcado corte paramenídeo-hegeliano a partir de los años 60, estableciendo una distinción radical entre razón y fe, entre el Ser eterno y unívoco y el Dios creador. Es el período del inmanentismo óntico. Se produce el paso de la analogía a la univocidad del ser, ya no hay causa sino univocidad óntica en donde el Ser es presencia.


b)Otra aproximación al pensamiento anquiniano es la que proponemos acá nosotros, través de los grandes temas que signaron su meditación: La relación analogía y participación, Ser eterno y Dios creador, razón y fe, ser y nada, capax entis y capax Dei y su decisivo aporte a una genuina filosofía americana de la liberación. Nobleza obliga y es digno mencionar acá al filósofo santafecino Máximo Chaparro, su principal discípulo, como el más profundo conocedor de esta problemática.

Analogía y participación

La analogía es una teoría obscura que se esfuerza inútilmente para llegar a explicar la relación de Dios con la creatura. “es un rompecabezas inútil” según sus palabras. No así la participación “por la cual nuestra inteligencia ha recibido y contiene lo divino”. Su introducción el mundo de la analogía indica la decisión de intentar la conciliación de los dos huéspedes que inhabitan el alma del hombre desde el advenimiento del cristianismo. Esta participación en de Anquín debemos entenderla en el sentido de que el ente no tiene partes del ser sino que lo tiene al serlo, parcialmente cada uno, en la medida de su jerarquía ontológica.

Ser eterno y Dios creador

Son estos los dos huéspedes que inhabitan la conciencia del hombre y el problema radica en, si se puede dar una cohabitación cordial. Ello solo será posible si desterramos el dualismo radical del pensar humano. Sobre todo el que se manifiesta en la infinita distancia que existe entre Abraham y su Dios, al que solo se puede acercar con temor y temblor. De Anquín piensa en su último trabajo que sí, que es posible una cohabitación cordial y esto se logra a través del carácter participativo-agapístico de lo divino.

Razón y fe

El Datum revelado es externo y extraño a la razón y no puede haber ninguna influencia religiosa en filosofía y, por ende, no puede haber una filosofía cristiana. Así desde la filosofía no se puede acceder al Dios revelado. Pero por otra parte es una inconsecuencia de toda la escolástica filosofar como si la fe no existiera. La relación entre la fe cristiana y la razón supone que primero crea y luego intente comprender lo creído. Ello está expresado acabadamente en el método medieval del fides quaerens intellectum donde la filosofía es un medio racional para entender la revelación y solo eso. En el fondo es la fe que utiliza a la razón y no a la inversa como pretenden los sostenedores de la existencia de una filosofía cristiana. La proyección política de esta postura es la democracia cristiana que confunde al cristianismo con un saber social, cuando en realidad es un saber de salvación.

Ser y Nada

A la pregunta de Heidegger “Porqué es en general el ente y no mas bien la nada” como pregunta liminar de toda metafísica, de Anquín respondería: “Hay ser, solamente hay ser”. Introducir la nada en un planteo metafísico es extrapolar categorías teológicas en filosofía. Dios creador ex nihilo y Ser inteligible, eterno, se excluyen mutuamente. La Nada es una fisura en el Ser y por lo tanto rompe su unidad. La idea de creación introduce la dualidad radical y la Nada. Los griegos desconocían esta Nada ontológica, porque ignoraban la idea de creación, y sólo pensaron la stéresis, la privación. Y ésta no se opone al Ser sino que indica simplemente una falencia o carencia de plenitud del Ser.

Capax entis y Capax Dei

Escribe de Anquín dos de sus opúsculos sobre lo que podríamos denominar el perfil metafísico de los tipos antropológicos que se han dado en el mundo.
El primero Antropología de los tres hombres históricos(1951) y el segundo Presencia de Santo Tomás en el pensamiento contemporáneo(1964) existiendo entre ambos sustanciales diferencias que marcan cambios en su pensamiento.
En el primero sucintamente sostiene que entre el homo capax entis, el hombre griego, “que tuvo todo de sí, por sí y para sí” y el homo capax Dei, el hombre judío, “que tuvo todo de Dios, por Dios y para Dios”, se encuentra el hombre cristiano que pertenece a un linaje espiritual diverso de ambos ya no está infinitamente distante de Dios sino que está unido a El a través del sacrificio del Verbo Encarnado, su Hijo único Jesucristo. Y así como el judío tenía la conciencia de servidumbre y el griego de libertad, el cristiano tiene la de linaje por ser creatura de Dios en la que está implícito el principio de amor. Hay un viejo y perdido artículo de de Anquín del año 1939 que lleva el emblemático título de Racismo nazi, racismo judío y linaje cristiano.

En el segundo de los opúsculos se produce el giro anquiniano desapareciendo el hombre cristiano, absorbido según él por el hombre moderno quien perdió la noción de creaturidad. Los tipos humanos son ahora el hombre capax entis, el capax Dei y el capax resignationis, que corresponde al hombre asiático con su indiferencia, actitud originaria del hindú en los Upanishads. En la indiferencia, en la despersonalización busca el asiático el camino de identificación con el espíritu universal o Brahaman.


Lo específico y original de la cuestión de Dios


Puede decirse que la cuestión de Dios está presente en toda la obra de Nimio de Anquín como ya lo hemos visto al exponer los grandes temas de su filosofía. Pero es sin lugar a dudas en su último opúsculo De las dos inhabitaciones en el hombre(1972)donde se encuentra sintetizada la cuestión de Dios a través de la tensión entre el Ser y Dios en la conciencia del hombre actual.

Para nuestro autor Dios es siempre el Dios creador, el Dios vivo de la gracia, el Dios agapístico, el Dios cristiano. No es ni el Dios de los judíos, distante de la infinita trascendencia que provoca temor y temblor en Abraham ni es la divinidad de los paganos inmanente al mundo y al ser de las cosas.

La presencia del Ser es natural al hombre cuando a éste se le da por pensar sobre sí mismo. Allí comprueba que es, y es, porque es un ente del ser. Nosotros somos porque somos seres. Esto es todo lo que puede decir el hombre si se limita al orden puramente racional y natural prescindiendo de todos los hábitos, presupuestos y preconceptos adquiridos desde su nacimiento.
Esta tautología que nos dice que “somos porque somos o porque somos entes del Ser” no la podemos remediar porque es la que está en la base del inmanente pensamiento griego que fue quien se planteó de una vez y para siempre “la ciencia buscada(zetoyméne)”. La del ser en tanto ser y los atributos que como tal le pertenecen. Este Ser es inmanente, eterno e inteligible que tiene su razón de ser en sí mismo.
Pero en la conciencia del hombre actual que cae a la existencia dentro del marco de la tradición heleno-cristiana aún habita también el Dios creador, trascendente y al mismo tiempo teándrico- hecho hombre- que no termina de dejar su lugar al Ser eterno que retorna luego de dos mil años de ausencia. Como el hombre es ontológicamente un animal racional y sólo accidentalmente una creatura, al descristianizase Occidente el Ser eterno retorna: “El Ser eterno y la Creación se excluyen. Lo uno o lo otro: o el Ser ha sido creado o en caso contrario es eterno”. Esta disyuntiva parece de acero. Sin embargo de Anquín vislumbra una posibilidad de cohabitación entre ambos y esta se da sólo entre el Dios agapístico y el Ser, no así entre el Dios omnipotente y el Ser eterno. Y ello es porque sólo a través del Dios agapístico se da la participación que es la única categoría posible que nos permite hablar de una conciliación cordial entre Dios y el Ser. Es que el hombre participa del ser no al tenerlo sino al serlo parcialmente.

Filosofía americana

Algo también, que a contrario sensu de lo que a primera vista pudiera pensarse fue el aporte de don Nimio a la filosofía americana de la liberación. Aporte soslayado por un viejo escondedor como Arturo Roig, que como el zorro en el monte con la cola borra las huellas por donde camina. De Anquín realiza, ya en 1953, en su enjundioso trabajo El ser, visto desde América, el primer y fundamental aporte argentino a la filosofía iberoamericana de la liberación. No hay en la filosofía americana posterior, y Roig lo sabe y Dussel también, ningún trabajo que penetre tan profundamente en el tema, como cuando afirma de Anquín: “El Ser visto desde América es el Ser singular en su discontinuidad fantasmagórica. El americano es un elemental, y sus pensadores representativos se asemejan a los físicos presocráticos....Quien filosofe genuinamente como americano, no tiene otra salida que el pensamiento elemental dirigido al Ser objetivo-existencia, a la realidad fantasmagórica e ininteligible, cargada de potencia e intencionalidad máxima”.[3]

De Anquín a diferencia de los “latinoamericanistas” no se plantea la filosofía latinoamericana de la liberación como programa de lo que debería ser “nuestras filosofía” sin llegar a desarrollarla nunca (como sucedió con la frustrada “filosofía de la liberación latinoamericanista” sino que él como filósofo cabal que fue, utilizando la propia razón y no la ajena, tomó los temas filosóficos e hizo filosofía en sentido estricto desde América. Así de fácil y así de difícil.

Filosofía Política

Cuando hablamos al comienzo acerca de la bibliografía de de Anquín afirmamos que había publicado en vida dos libros: Ente y Ser en España y Escritos políticos en Santa Fé. Es en éste último que nos debemos detener pues en él está contenida la meditación política sustancial del filósofo cordobés.
El carácter combativo, insobornable e indoblegable de de Anquín le ganó políticamente más enemigos que amigos. Y son sus enemigos que crearon de él la figura del ultramontano y del reaccionario. Y si bien antes de la llegada del peronismo como fuerza política, esto es, antes de 1945, de Anquín adhirió al nacionalismo argentino en su variante corporativa, luego se manifestó y comportó como un pensador orgánico dentro de la corriente del realismo político. Su principal trabajo fue y sigue siendo Mito y Política de 1955 escrito en memoria de sus coprovincianos Lugones y el Cogorno, quien acababa de ser fusilado por la Revolución Libertadora. En sus últimos años, siempre dentro del peronismo, apoyó la variante revolucionaria o montonera en la misma línea de Arturo Jauretche.[4]



Bibliografía complementaria

Caturelli, Alberto: La filosofía del profesor Nimio de Anquín, Imprenta Univ. de Córdoba, 1951.
Roig, Arturo: El problema de la alteridad en la ontología de Nimo de Anquín, Bs.As, Nuevo Mundo,1973.
Rego, Francisco: El pensamiento filosófico del Dr. Nimio de Anquín, Mendoza, Anuario de Cuyo,1974.
Linossi, Jorge: Nimio de Anquín(1898-1979), Mendoza, Anuario Cuyo,1979/90.
Disandro,Carlos: Nimio de Anquín; filósofo, Córdoba, Inst.San Atanasio,1981.
García Astrada, A.: La presencia del tiempo en el pensamiento de Nimo de Anquín, Mendoza, Anuario de Cuyo, 1984.
Pérez, José Ramón: Filosofía y Teo-filosofía: Nimio Anquín, Córdoba, El Copista, 1999.
Caturelli, Alberto: Ontismo inmanentista en Nimio de Anquín, en Historia de la filosofía en Argentina, Bs.As, Ciudad Argentina, 2001.
Buela, Alberto: El eón en Schmitt y de Anquín, Altar Mayor N° 83, Madrid, 2002.-
Buela, Alberto: Estudios Griegos, Buenos Aires, Ed. Theoría, 1998 (cap. Lo inmenso en Anaximandro)


1.Corría el año 1981 y yo me encontraba trabajando sobre mi tesis de doctorado en la Sorbona bajo la dirección del máximo estudioso del siglo XX de la Metafísica de Aristóteles, el francés Pierre Aubenque, quien dictaba a la sazón un seminario magistral sobre el libro zeta. Cual no sería mi sorpresa al comprobar detalladamente que de Anquín, 40 años antes en Las dos concepciones del ente en Aristóteles que versa sobre el mismo libro zeta, utilizó toda la bibliografía que usábamos, algunos como novedad, en el mentado seminario, 40 años después.


[1] Pérez, José Ramón: Filosofía y Teo-filosofía: Nimio de Anquín, Córdoba(Argentina), El Copista, 1999, p.44.-

[2] Caturelli, Alberto: El pensamiento de Mamerto Esquiú, en Arkhé, Córdoba, 1953,p.292. -

[3] Otros trabajos que profundizan el tema son. América naci-ente(1965), Origenidad del ser americano (1972), Posibilidades de la filosofía en Argentina (1973).
[4] Algunos de sus escritos políticos sueltos son: Argentina para los argentinos (1931), El programa del fascismo(1936), Liberalismo subrepticio y libertad cristiana(1941),La revolución libertadora, pesadilla demoníaca(1958), A dónde va el nacionalismo(1970), Diagnóstico fatal(1970).