27 de septiembre de 2007

BIOGRAFIA DE ALONSO BALDRICH


Alonso Baldrich,
“Digno Soldado de la Emancipación Nacional”.

“El verdadero nacionalismo no debe consistir solamente en combatir a la anarquía y el comunismo para que impere el orden y la jerarquía esenciales para el ejercicio de la libertad, sino que, implica deber de una lucha constante y oposición irreductible contra los trust que monopolizan las fuentes de riqueza para someter a su dominio a los pueblos que incautamente les abren las puertas”.


A través del paso de los siglos numerosas son las invasiones que nuestra bendita Patria ha debido soportar.
Las metodologías esgrimidas para invadir fueron evolucionando según la época en que fueron efectivizadas: las hubo armadas, culturales, económicas, políticas, ideológicas, etc.
Aún hoy continuamos soportando la invasión implementada en diferentes estamentos que en cualquier país del primer mundo son las bases que sustentan la nación y que en definitiva nos marcan el lamentable grado de dependencia de nuestra Patria, como ser la energía, el petróleo, la tierra, el transporte, las comunicaciones, los controles, el agua, la industria, la obra publica, etc.
Pero las invasiones siempre son contrarrestadas gracias al accionar, en algún caso hasta heroico, de aquellos compatriotas que incansablemente luchan por nuestra libertad a pesar de la falta de compromiso y comprensión de la sociedad que impera cuando suceden este tipo de situaciones.
EL ORIGEN

Hijo de Juan Esteban Baldrich y de Paula Caraballo, Alonso Baldrich, nace el 20 de Enero de 1870 en San Nicolás, cinco años menor que su hermano mayor Juan Amadeo, seguido de su hermana Lucrecia.
Estudia en la Escuela Normal de Paraná y finaliza en Rosario, para luego alistarse en el Batallón Primero de Línea. A principios de 1889 ingresa como cadete externo en el Colegio Militar. Participa, por mera lealtad a las autoridades constituidas en la Revolución del Parque (Julio de 1890). Abundan en su carrera militar las excelentes calificaciones. En su último año como cadete es designado escribiente sumariante en actuación de justicia militar. Ante una avivada de un capitán que no respeta una disposición le anticipa: “cuando me reciba de oficial lo retaré a duelo”, lo que le provoca tres meses de prisión. Dicho acontecimiento lo lleva a querer tomar la decisión de pedir la baja. Es en este preciso momento donde intercede su hermano Juan Amadeo quien lo convence de no abandonar: ¡Vamos, hombre, muchacho, niño, loco, diablo, demonio! Ponte en tratamiento, sana pronto y bien de tus dos cosas y sigue, por Cristo! Antes de colgar la espada, piénsalo muchas veces y cuando estés decidió del todo, lo piensas otra vez más y no lo harás aseguro”. El profundo amor por la patria pudo más que la prepotencia injusta y aristocrática militar. Mucho tiempo después llega a alcanzar las palmas de General de la Nación.

BALDRICH: EL COMPAÑERO, EL LUCHADOR

Es natural que los grandes guerreros siempre cuenten a su lado con ese incansable compañero de mil batallas. Y Mosconi, el “General” de nuestro petróleo, no fue la excepción de la regla. Él también contó con ese fiel compañero que bien supo interpretar y ejecutar el mensaje que cargaba esta lucha.
Desconocido por muchos, admirados por unos pocos, el general Alonso Baldrich supo mediante su pensamiento, y por sobre todo su comportamiento, honrar la palabra “compañero”.
Y sin lugar a dudas la decidida lucha por nuestra Independencia Económica es lo que sentencia al Gral. Baldrich a la desmemoria abrupta de muchos dirigentes y políticos, que son ni mas ni menos quienes solapadamente continúan sosteniendo a la superviviente oligarquía vendepatria.
Es nuestro deber, además de recordarlo a través de la tarea efectivamente cristalizada en lo que en su momento llegó a ser nuestra querida YPF y fundada en los datos históricos que no dejan mentir a nadie, recordar el pensamiento motor de quienes escribieron esta parte de la historia.
Por ello queremos hoy, más que su obra, recordar el pensamiento que llevó a este compatriota a hacer lo que realmente hizo por su Patria y que fue el fuego de su causa: su claro Pensamiento Nacionalista.

¿POR QUE YPF?

Hubo un tiempo en que hablar de ejemplo de explotación petrolífera a nivel mundial, por calidad y administración, era sinónimo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Y esto no fue el resultado de un iluminado, sino que por el contrario, fue la lucha efectiva por nuestra Independencia económica de grandes patriotas entre los que sobresale, sin lugar a dudas la del General Enrique Mosconi. YPF se convertía en esa gran mina de oro codiciada por los históricos imperios invasores.
La pelea interna entre quienes solapadamente pretendían incrementar sus arcas a través de la entrega al extranjero de nuestro petróleo y aquellos que pretendían establecer una honorable Ley de Nacionalización era la causa que encabezaban aquellos compatriotas convencidos que nacionalizar era sinónimo (y lo sigue siendo) de independizar.
“La República Argentina tendrá, con la propiedad nacional de su petróleo, uno de los elementos básicos de su defensa nacional. Y el control del Estado en su explotación y distribución, asegurará la tranquilidad necesaria a su progreso, bienestar y prosperidad económica... Porque al combustible deben su potencia y riqueza la Inglaterra del carbón, y los Estados Unidos y la Inglaterra del petróleo”.
Una mirada a la actual actividad petrolífera bien puede responder más de una duda.
“La industria petrolera estatal resulta esencial para promover el desarrollo industrial argentino, prevenir el dominio extranjero sobre el petróleo del país y garantizar la seguridad militar nacional”.

BALDRICH, LA CONCIENCIA DEL PETROLEO Y LA ECONOMIA

Comprender el alto contenido nacional de las palabras de Baldrich en cuestiones tan postergadas hoy en día es comenzar a vislumbrar el camino a recorrer en la verdadera carrera por nuestra definitiva independencia.
“En todas partes se cree como dogma económico que el capital extranjero es indispensable para el desarrollo de los recursos naturales, y nadie parece advertir que ese desarrollo hace rico a los extranjeros y deja más pobres que antes a los naturales; y que lo que se necesita es la organización interna del propio capital’’.
La invasión por parte de intereses económicos foráneos, asociados a los infaltables intereses cipayos y entregadores de adentro, y que aún hoy se pueden ver, fueron en definitiva la causa que incentivara la lucha de este gran General.
"Me acusan... por haber dicho con honrada franqueza el peligro que significa la penetración de la indeseable compañía que ha invadido el norte argentino, de donde es deber y previsión patriótica sacarla".
Ya en una conferencia dictada el 25 de junio de 1927 denunciará con sana avidez y preocupación:
“Mírese a Salta y Jujuy, donde ya ha puesto sus tentáculos el coloso de la Standard Oil, que viene del Norte, después de haber acaparado 5 millones de hectáreas en Bolivia, y qué sé yo cuántas en el Perú".
Era necesario para la lucha por la defensa del petróleo refrendar una Ley concebida y ejecutada de forma nacional. Esta anhelada Ley de Nacionalización del Petróleo tenía como cabeza el pedido de los generales industrialistas, pero sobre todo nacionalistas, Baldrich y Mosconi quienes solicitaban la implementación de los siguientes puntos:
Nacionalización de todo el combustible, Monopolio estatal de la explotación, Control estatal de la exploración, Monopolio estatal del transporte del combustible, Autonomía de YPF, Prohibición de transferir las concesiones.
Contra la negativa de bastos sectores con profundos y solapados intereses antinacionales sale la Ley de Nacionalización del Petróleo en 1927. Obtiene Irigoyen la media Sanción Cámara de Diputados del Anteproyecto de la mencionada Ley que contemplaba entre otras:
Monopolio del Estado Exploración, Explotación y Transporte pero: no comercialización e importación, Monopolio de transporte, Prohibición de exportar hasta abastecer el consumo interno, Regalías del 10% a favor del estado.

EL FUTURO, Y LA IMPORTANCIA DE LA DEFENSA

"Maldita la hora en que llegaron. Bendita, mil veces bendita, la hora en que se van...".

Convencidos de que en la actualidad no caben posiciones dubitativas, ni de gobernantes, ni de dirigentes, ni de empresarios nacionales, ni del pueblo, creemos tal como lo expresaba el Gral. Alonso Baldrich que:
"…los pueblos no resuelven sus problemas económicos y sociales ni con metafísicos ni abstractos, ni con los aduladores del capital imperialista, ni con los indiferentes que silencian abusos y defectos, en vez de atacarlos, ni con aquellos de patriotismo meramente literario que nada vale, si un discurso empenachado no es seguido de diez escuelas en que se continúe enseñando a no renegar del suelo en que se nace…".
Hay quienes piensan la historia como ciclos que se vuelven a repetir transcurrido determinado tiempo. Nosotros por el contrario pensamos que nuestra historia no es cíclica, si no continua. La entrega por la cual siempre debieron pelear patriotas como el general Baldrich continúa desde el propio nacimiento de nuestra patria. Hubo momentos donde se luchó y se consiguió más que en otros, pero la realidad indica que los tiempos de libertad y prosperidad son infinitamente menores que los tiempos de dependencia y opresión.
A través de este tipo de artículos históricos nos empecinamos en promover, por convicción y por pura testarudez, que nuestros hermanos definitivamente conozcan los verdaderos héroes nacionales, sin mitos ni editoriales que sorprendentemente se ocupan de la historia como si de una novela de ciencia ficción se tratase. El éxito de ello estará delimitando la definitiva libertad de nuestra tierra, la soberanía política, la independencia económica y la justicia social que tanto anhelamos.

PATRICIO MIRCOVICH


Bibliografía
- Título de Folleto de FORJA invitando a sus adherentes y simpatizantes al sepelio de los restos del Gral. Mosconi fallecido el 4 de Junio de 1940. Bien pudo ser extensiva al hoy homenajeado Gral. Alonso Baldrich.
- Baldrich, Alonso, La defensa del petróleo.
- Carta enviada por su hermano Juan Amadeo Baldrich en; Larra Raúl, El Gral. Baldrich y la defensa del petróleo argentino, Ed. Mariano Moreno.

6 de septiembre de 2007

ESTEVEZ. PERSONALIDAD DE UN CRUZADO.




El Teniente Roberto Néstor Estévez nació un 24 de febrero de 1957. Era del signo de Piscis. Oriundo de Posadas, Misiones, era el séptimo de nueve hermanos. Hijo de Roberto Néstor Estévez y Julia Berta Benítez Chapo. Desde muy chiquito se comportó como un ser especial. Aprendió a leer y escribir a los cuatro años de edad y siempre fue muy compinche de sus hermanos, en especial de su hermana María Julia.
El “Toto” como le decían quienes lo querían, era un personaje.

Con tan sólo ocho años de edad, había hecho una historieta muy bien dibujada, donde el héroe de la misma, Rob-Dick (Rob, de Roberto, y Dick, vaya a saber por qué) era un gaucho con capa que libraba distintas aventuras, todas con un sentido nacional. Las historietas de Rob-Dick se extendieron durante cuatro años, y durante ese tiempo, el superhéroe nacional iniciaba una campaña para recuperar las islas Malvinas (de allí la mención que hace Estévez a su padre, en la carta póstuma: “…¿Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas?…”)[1]

Fanático lector, era común que se quedara dormido con la luz encendida. De todos los temas que gustaba leer, su predilecto era la Historia Argentina. Inteligente y crítico, cuestionaba todo lo que no le parecía justo o verdadero, al extremo de que las maestras lo echaron varias veces del aula. No soportaba la mentira.
Solía decir, desengañado por lo mucho que le costaba todo, que era producto de que escribía con la mano izquierda, porque para los zurdos el mundo era al revés. No se daba cuenta de que justamente, el iba por el recto camino, y que era el mundo, quien iba, y sigue llendo, al revés.

Todo lo que se proponía no paraba hasta lograrlo. Sus metas no se las sacaba nunca de la cabeza.
Descubierta su vocación militar, un amigo le comento que los zurdos no entraban al Colegio Militar porque tenían problemas para manejar las armas y disparar. Estévez tenía diecisiete años. Frente a la posibilidad de quedarse sin ingresar a la Escuela Militar, aprendió a escribir y manejarse con la mano derecha. De lo que resultó, ambidiestro…
Inicialmente, Roberto decía que quería entrar al arma de Caballería, pero una vez en tema, se le escuchaba que prefería la Infantería porque sentía más ambiente de camaradería.

Ya en las FFAA se destacó por su voluntad y esfuerzo, amén de su gran inteligencia.

En su destino en el Regimiento 25 recibió el premio “Al mejor Infante”, además de ser distinguido con el honor de ser abanderado.

Sobresalió entre sus camaradas por su gran profesionalismo, su capacidad, y también, cuando la férrea disciplina lo permitía, por su alegría.

Excelente amigo y compañero; le gustaba toda la música, desde el chamamé hasta la clásica.

Dueño de una personalidad llana; hombre franco y directo, poseía una fe inquebrantable. Era un ferviente católico.

Queriendo ser el mejor en su especialidad, realizó el curso de Comandos a fines de 1981.

Su familia lo vio por última vez en ocasión de dicho curso, al realizarse el adiestramiento en la parte de “selva”, justamente en la provincia de Misiones, de donde eran oriundos.

Partió a Malvinas el día 27 de marzo de 1982 con el convencimiento de que no regresaría.

La carta póstuma para su padre y su familia quedó en el Regimiento, y le fue entregada a los familiares en julio de 1982, una vez conocido su fallecimiento, junto con sus objetos personales y una carta para su novia.

Rindió su existencia como un Cruzado, con fe en la causa justa que defendía y en la certeza de que su vida no le pertenecía.

Dios nuestro Señor posee su alma ahora, y en el Paraíso duerme el sueño de los justos.

¡¡Teniente Estévez…Dios y Patria o Muerte!! ¡¡En su memoria!!

Federico Gastón Addisi.

Agradecimiento:

Muy especialmente a la hermana de Roberto Estévez; María Julia, quien gentilmente suministró la mayor parte de la información sobre la faceta personal de su hermano que aquí se expone. Dios la proteja e ilumine.

Bibliografía:

RUIZ MORENO, Isidoro, Comandos en acción, Buenos Aires, Emecé, 1992.
 

Carta del Teniente Estevez; héroe de Malvinas, a su padre.
 
                "Querido Papá: Cuando recibas esta carta yo, ya estaré rindiendo mis acciones a Dios Nuestro Señor. El, que sabe lo que hace,
así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de la misión. Pero fijate vos ¡qué misión! ¿No es cierto?
¿Te acordas cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas y restaurar en ellas
Nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre Generoso, ha querido que éste, tu hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única
y deje su vida en ofrenda a Nuestra Patria. Lo único que a todos quiero pedirles es,
1º) Que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo;
2º) Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la tristeza, y muy importante,
3º) Que recen por mí.
          Papá, hay cosas que, en un día cualquiera, no se dicen entre hombres pero que hoy debo decírtelas:
Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor; gracias por tener tu apellido,
gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado,
gracias a Dios por ser como soy y que es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, sí Dios lo permite.
                Un fuerte abrazo. Dios y Patria ¡O Muerte!".
Roberto.
 

DOCUMENTO: “POR EL FIN DEL COLONIALISMO Y LA UNIDAD IBEROAMERICANA”

Organización Argentino-Española

DOCUMENTO:


En el presente año se cumple el 25 aniversario de la recuperación transitoria de las Islas Malvinas por parte de la República Argentina. Dicho evento se produjo en razón de la persistente intransigencia del Reino Unido de Gran Bretaña - potencia usurpadora - que ocupa ilegítimamente el archipiélago desde el año 1833.

El resultado del enfrentamiento bélico fue adverso para la Argentina, y el 14 de junio de 1982, se efectuó la rendición de la plaza militar de Malvinas, manteniéndose la arbitraria e ilegal ocupación Británica, sin otro derecho que el de la fuerza.

A partir de esa fecha, el reclamo por la soberanía en las Islas Malvinas volvió a los cauces diplomáticos pero siguió firme y constante a través de los años. En forma pacífica, la voz de la Argentina se levantó en cuanto foro internacional hubiere, exigiendo la devolución del territorio ocupado y que el Reino Unido se avenga a discutir la cuestión a través de la vía diplomática.

Hasta el día de hoy, Inglaterra se niega sistemáticamente a tratar el tema de la soberanía en las islas, contrariando las siguientes resoluciones de las Naciones Unidas:

Resolución 1514 del 14 de diciembre de 1960 que establece que “todo el intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país, es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”.

Resolución dictada en 1962, al crearse el Comité de Descolonización, que incluye a las Islas Malvinas en la lista de territorios a descolonizar.

Resolución 2065 del año 1965 que señala que la ONU “toma nota de la existencia de la disputa acerca de la soberanía” sobre las islas, y establece que las Islas Malvinas no pueden ser descolonizadas por la “autodeterminación”. O sea, no es válido en las Malvinas el pronunciamiento de la población importada a ese territorio por los británicos, luego de que sus tropas la usurparan en 1833 por la fuerza y dispersaran a la población argentina. Igualmente, invita esa Resolución a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido a proseguir “sin demoras” las negociaciones dispuestas por el Comité encargado de la situación de territorios colonizados.

Además de lo expresado, Gran Bretaña ignora la declaración producida en agosto de 1975, en la V Conferencia de Países No Alineados que apoyó el reclamo argentino, y la producida al año siguiente por el Comité Jurídico Interamericano, de la Organización de Estados Americanos (OEA) que reconoció a la Argentina "el inobjetable derecho de soberanía sobre las Islas Malvinas".

Por todo lo expuesto, y en la inteligencia de que la República Argentina constituye una parte de la gran nación iberoamericana, cruelmente balcanizada a lo largo de la historia pero que no renuncia a su voluntad de ser, y entendiendo que el reclamo por el final del colonialismo es un derecho de las naciones que lo padecen, hacemos extensivo el reclamo al gobierno de Gran Bretaña, por la inmediata devolución del Peñón de Gibraltar a sus legítimos dueños, esto es, a la nación española.

Por lo tanto las organizaciones e instituciones aquí firmantes declaran:

Que a 25 años de la guerra de Malvinas, el pueblo iberoamericano le rinde homenaje a los héroes argentinos que perdieron la vida en el conflicto, como así también a todos aquellos que tomando parte del mismo, lucharon con valor y abnegación.

El irrenunciable derecho de la República Argentina sobre las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. La soberanía argentina sobre las islas es indiscutible.

El irrenunciable derecho de España sobre el Peñón de Gibraltar. La soberanía española sobre el mismo es indiscutible.

A su vez, las organizaciones aquí representadas denuncian y rechazan:

La inclusión de los territorios de Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y Sector Antártico Argentino, como parte de la soberanía británica en la Constitución de la Unión Europea.

Finalmente, los aquí firmantes exhortan:

A que todos los pueblos de la nación iberoamericana se unan en este justo reclamo que debe servir forzosamente, como puntapié inicial que permita convertir en realidad, el sueño de tantos patriotas, de establecer, en condiciones igualitarias, una Confederación Iberoamericana.

A que el Reino Unido de Gran Bretaña se disponga inmediatamente a iniciar un dialogo fecundo para la devolución de los territorios de las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur, como así también, el Peñón de Gibraltar a sus legítimo dueños, estos son la República Argentina y España.

A que el Gobierno de la República Argentina denuncie en forma inmediata, los humillantes Tratados firmados con Inglaterra, que tienen como garante al Gobierno de España, conocidos como “Tratados de Madrid de 1990”.

A que el Gobierno de España renuncie inmediatamente a su condición de Garante del Tratado (“De amistad y Cooperación”) entre la Argentina y Gran Bretaña, suscripto el 15 de febrero de 1990 en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Las condiciones del mismo colocan a la Argentina en una situación de dependencia de igual o mayor trascendencia que las impuestas al fin de la Gran Guerra en la Paz de Versalles. Tal política, no puede ser aceptada entre naciones que si bien mantienen su identidad e independencia, son parte de la Gran Nación Iberoamericana que aspiramos reconstruir.

Buenos Aires, Argentina, junio del 2007.
Madrid, España, junio del 2007.



ADHIEREN:

“Organización Peronista Puerta de Hierro – Cap. Fed. – Buenos Aires” (Federico Gastón Addisi, DNI: 23.771.049); "Bases Peronistas - Rawson - San Juan -" (Alfredo Villafañe, DNI: 18206509); “Grupo de Investigaciones Históricas Jóvenes Revisionistas – Cap. Fed.- Buenos Aires” (Vicepresidente: Andrés Mac Lean, DNI: 33.960.945); “Movimiento Nacional Cóndor - Argentina” (Presidente: Horacio Ricciardelli, L.E: 4.445.614); “Taller del Pensamiento Nacional – Cap. Fed. – Buenos Aires” (Francisco José Pestanha, DNI: 16.920.144); “Fundación Doctrina – Cap. Fed.- Buenos Aires” (Héctor Carilli, LE: 4.537.763);

“Comisión Histórica de Homenaje Permanente a Juan Facundo Quiroga – Bs. As.” (Nicolás Carrizo, DNI: 4.448.297); “Grupo Mapuen – Buenos Aires” (Jorge Vazquez, DNI: 14.429.795); “Perón Vence al Tiempo – Caseros – Buenos Aires” (Patricio Mircovich, DNI: 25.361.714, y Guillermo Mircovich, DNI: 8.242.916); “Juventudes Falangistas de España –Sindicato Español Universitario – Trabajadores Nacional Sindicalistas - FE/La Falange – Madrid – España” (Manuel Andrino Lobo – Jefe Nacional de FE/La Falange);

“ONG. Pro Vida. http://www.chicosperdidos.org.ar/ – Cdad de Mendoza - Mendoza“ (Esteban Falcionelli, DNI: 11.298.136); “Liga Patríotica 2 de Abril” – Tartagal – Salta” (Presidente: Jorge E. Camacho Ruiz, DNI: 12.475.695); “Acción Popular Nacionalista (San Martín, Rosas y Perón)” (Santiago Cruz –Sec Gral- y Rubén Tamborindeguy -Sec de Prensa Y Propaganda-); “Página de Internet: www.consultoramilenium.com.ar/ - Bahía Blanca – Buenos Aires” (Héctor Trujillo, LE: 5.519.084); “Comisión Permanente de Homenaje a la Gesta del Atlántico Sur (Filial Reconquista) – Reconquista – Santa Fe” (Aldo R. Spessot – Presidente- y Alfredo Vera – Secretario -); “MORERA: Movimiento por la Recuperación por la República – Cap. Fed. – Buenos Aires” (Jorge Ortiz, DNI: 4437785); “Periódico Enlace Latino – Arkansas - EEUU” (Lupita Chavarria); “Confederación de profesionales de la Republica Argentina – Córdoba” (Dr Carlos Alberto Giribaldi Muzzio; Ex presidente); Compromiso "P" – Cap. Fed.- Buenos Aires” (Luis Romano – Presidente-); “Movimiento Social "Eva Perón" – Buenos Aires” (Mónica A. Díaz Lozano); “Revista Vigencia de Perón – Resistencia – Chaco” (Rafael Angel López – Director; Filósofo Don Alberto Buela, Doctor Juan Gabriel Labaké (DNI: 6.484.939); Profesor y Doctor Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, Marcelo Touriño (DNI: 16.409.153); Compañero Andrés Poggi (DNI: 5.538.942); FE de las JONS (Falange Española de las Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas) – Madrid - España (Jorge Garrido, Sec. Gral, César Pico, Sub Secretario)

MANUELITA ROSAS A TRAVES DE SU OLVIDADO EPISTOLARIO

[Síntesis de la conferencia pronunciada por el autor en el salón de actos del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”]


La correspondencia de Manuelita Rosas ha despertado siempre el interés de los historiadores. Hace unos años nos sorprendía Lila Nilda Bonastre de Dansey con su trabajo Manuela Rosas de Terrero. Un aspecto ignorado de su espistolario” (Corrientes, 1968).


En el Museo de Luján se conservan 6 cartas de Manuelita dirigidas a su padre, y 115 cartas que, ya señora de Terrero, remitió a su amiga Pepita Gómez. Esas piezas, - además de otras 73 cartas de Juan Manuel de Rosas a la misma destinataria-, fueron salvadas de la inundaciones que afectaron al Museo de Luján del 10 al 13 de octubre de 1967, y después, severamente, a comienzos de los años 80. No obstante, hay copia de esa correspondencia con Josefa Gómez, de 1852 a 1875, en el legajo 2447 de la Sala VII del Archivo General de la Nación, obtenidas por el doctor Ernesto Celesia. Estas cartas fueron utilizadas y dadas a conocer por Carlos Ibarguren en su estudio Manuelita Rosas, en las sucesivas ediciones aparecidas desde 1925.


A esa documentación debe sumarse el voluminoso paquete de 59 cartas que van de marzo de 1889 a marzo de 1897 que Manuela dirigió desde el destierro a su fiel amigo Antonino Reyes, cuyos originales se han extraviado. Fueron comentadas por Raúl Montero Bustamante en su artículo El ocaso de Manuelita Rosas (La Prensa, Buenos Aires, 9 de mayo de 1926), y por Martiniano Leguizamón, primero en Revelaciones de un manojo de cartas (La Nación, Buenos Aires, 6, 8 y 11 de junio de 1926) y después en su libro Papeles de Rosas ( Buenos Aires, 1935). Nuestro Archivo General de la Nación, ha publicado esas 59 cartas de Manuelita a Reyes, junto con otra de éste a aquélla, una de Agustina Rosas de Mansilla al mencionado Reyes y otras dos de Manuelita a Rosario T. de Rodriguez y a Rosario Reyes de Tezanos, respectivamente, con el título Manuelita Rosas y Antonino Reyes. El olvidado epistolario,1889-1897 (Buenos Aires, 1998). Finalmente, están las que Reyes dirigió a Manuelita, todavía inéditas.


La correspondencia de Manuelita desde el exilio fue incesante: “mi tiempo no es holgado – le escribe a Reyes el 21 de febrero de 1893- y no se debe olvidar que sostengo la correspondencia con mis amigos en Buenos Aires y en varias partes del mundo”. Pero ¿dónde están esas cartas?...


Antonio Dellepiane ha cuestionado la ortografía de las cartas de juventud de Manuelita. Pero, la verdad sea dicha, no se diferencian en mucho de las cartas de vejez de Mariquita Sánchez de Thompson, en la época de Rosas señora de Mendeville, que presumía de sabia y literata. Manuelita tuvo una educación esmerada, de motu proprio. Ella lo ha referido al recordar a su maestro Marcelino Camelino. Y se tiene por cierto que recibió clases del famoso educacionista Salvador Negrotto.


La correspondencia de Manuelita deja traslucir la nostalgia del exilio. En carta a Reyes del 24 de mayo de 1889, al evocar el día de su santo, recuerda emocionada: “ Para mí ese día... es de recuerdos tan tristes desde que me faltó mi amado padre ¡ Pobre tatita, me festejaba tanto¡ .. Comíamos en el medio del campo”. Y después de recordar sus visitas a Burguess Farm, finaliza: “¡ Oh Reyes¡ Esos amenos días pasaron para no volver más, y para mi son más valiosos sus recuerdos que los que no puedo dejar de conservar de aquel tiempo en mi patria en que me rodeaba tanta bulla, tanta demostración de cariño, en algunos fingido, verdadero en otros”.


Nunca le pasó inadvertido, ni en los días de su alta vejez, el aniversario de Caseros. El 3 de febrero de 1891 le manifiesta a Reyes: “ Te escribo en este día, aniversario de tanta fatalidad para nosotros. Quien todo lo dispone, así lo quiso, sigamos sometidos a su divina voluntad”. En siguiente aniversario recordará: “ Día inolvidable...”. Y al año subsiguiente: “Día de terribles recuerdos, se cumplen hoy 41 años, ¡ Oh Reyes¡ Y estamos hoy mejor que entonces? “.


La nostalgia por el terruño, por los amigos y por los parientes ingratos fue infinita. Al punto que le escribe a Reyes el 18 de julio de 1892: “ Ojalá nos fuera dado estar reunidos comunicándonos de viva voz nuestras cuitas ¡ Oh Reyes¡ qué grande sería el placer de estos tus dos amigos [se refiere a ella y a su consorte Máximo Terrero] y estoy cierta el tuyo también, si pudiera realizarse. Pero como nosotros hacen tantos años andamos en la mala, esa felicitad será difícil que entre por nuestras puertas”.


En esa correspondencia del exilio, Manuelita aclara, en palabras que trasuntan dignidad, la verdadera naturaleza del papel que le tocó desempeñar durante el gobierno de su padre: “Mi finado padre el general Rosas jamás me hizo desempeñar un rol que no debía, o que ridiculizase tanto a mí como a él mismo. Tampoco es cierto que yo tomase parte alguna oficialmente de asuntos públicos o políticos durante la administración de mi lamentado padre, cuando, creo, que hice cuanto me fue dado para desempeñarme en los actos privados y sociales con la dignidad que correspondía a nuestra posición “ (carta a Reyes del 16 de noviembre de 1892). Y lo ratifica el 21 de febrero de 1893: “jamás desempeñé carácter tal en acto alguno”.


Y terminantes son sus palabras sobre la ejecución de Camila O`Gorman: “Tanto Máximo como yo te aseguramos ser cierto que mi lamentado padre, el general Rosas, escribió a una persona de nuestro país, en Buenos Aires [se refiere a Josefa Gómez] con motivo de ese mismo asunto, expresando terminantemente que a nadie había pedido consejo y agregando que de todos los actos de su administración, buenos o malos, era él exclusivamente responsable” (carta a Reyes del 16 de noviembre de 1892).


Otras cartas, despojadas de la gravedad que revisten las anteriores, aluden a los detalles de su vida cotidiana. El 18 de junio de 1895 escribe: “desde el 1° de junio la casa ha estado llena de huéspedes y yo obligada a cuidar de todo y de todos, como que soy quien todo lo dispone y maneja – esta pobre vieja- seguiré hasta que más no pueda y después será lo que Dios quiera”. Desde Londres, el 17 de febrero de 1890 cuenta su intimidad hogareña y la satisfacción que la causaba el recibo de sus connacionales. “Mi día fijo de recepción es el domingo pero siempre que vienen amigos entre semana y me es posible recibirles lo hago con más particular placer si son mis compatriotas, a quien recibo sin etiqueta y con la urbanidad que tu sabes me es característica ... a más tengo mi lote de visitas en la sala y debo recibirlas”.


Evocando el golpe que le significa la separación de su hijo Manuel, refiere a Reyes el 18 de noviembre de 1890 con poética expresión: “sin él, me quedo como un pájaro sin alas”.


El 21 de mayo de 1890 escribe a su nunca olvidado amigo : “El andar con mi viejo, teniendo que ser quien maneja todo lo requerido en viajes, gastos de hotel, firmar cheques, etc. te probará que estoy muy acostumbrada a las reglas inglesas y que me hago entender en este idioma. Yo misma hago mi elogio a mi buen desempeño “.


El 18 de febrero de 1897 en una carta de grave tono, como si hubiese sido escrita bajo un fúnebre presagio, Manuelita se refiere al envío del sable de San Martín al gobierno argentino y a las gestiones para que le fueran devueltos los bienes que le habían sido confiscados a su padre (en la parte correspondiente a los bienes propios que su finada madre, Encarnación Ezcurra, había aportado al matrimonio ) . Pero cuando envió esta carta, Antonino Reyes ya había muerto. Pero todavía el 22 de enero Reyes le había escrito por última vez, sin decirle a su amiga nada de su enfermedad. Pocos días después fue sometido a una operación y el 6 de febrero falleció. Manuelita se enteró de su muerte por el Dr. Adolfo Saldías. Y el 4 de marzo escribió a Rosario Reyes de Tezanos, hija del amigo, para darle el pésame: “Máximo y yo hemos perdido a un amigo de ejemplar lealtad, a quien jamás olvidaremos”.


La muerte de Reyes, su fiel corresponsal, desató el lazo que la unía con el pasado y ella, también vieja, enferma y entristecida, dedicada a la atención de su esposo enfermo, se extinguió en Londres el 17 de septiembre de 1898, traspuesto ya el umbral de los 81 años. Había nacido el 24 de mayo de 1817.


Se ha dicho que Manuelita volvió a Buenos Aires en 1886, temporalmente. Nada más inexacto. Nunca regresó a su adorada patria.


Julio A. Benencia dio a conocer una carta suya dirigida al doctor Adolfo Saldías y fechada en Londres el 2 de abril de 1896, cuyo original se conserva en el Archivo General de la Nación, en la que Manuela manifestó el deseo de que su padre, ella, su marido y sus hijos, reposaran definitivamente en suelo inglés, lejos del solar patrio: “En cuanto a trasladar los restos de mi tan amado padre a Buenos Aires eso jamás tendrá lugar, y mi completa oposición a ello la dejo explícitamente expresada en mi testamento. No, Doctor, sus cenizas reposan muy bien colocadas en el sepulcro y hermoso monumento que el cariño de su hija lo hizo erigir en el cementerio de Southampton; con su fiel hijo Máximo y sus nietos iremos según nos toque el turno, a reunirnos a él. La bóveda está construida para todos” (Manuelita Rosas y los restos de su padre”, en Investigaciones y Ensayos, núm. 17, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1974, págs. 311-312).


Pero el hermoso monumento que Manuelita mandó erigir, es hoy solamente una ruina que apenas se divisa entre la maleza de un cementerio abandonado. Don Juan Manuel ya ha sido repatriado. Allá quedan Manuelita, su marido e hijos. Por eso, ya no se justifica su permanencia en tierra extraña. Es hora que los restos de la niña de Palermo regresen a la tierra de sus mayores, y que en su losa se graben aquellas palabras que ella escribió a Reyes el 26 de julio de 1893,a los 76 años: “Yo Reyes , nací para sufrir por todos y con todos. Mi carácter nunca fue propicio a mi felicidad”. Palabras, tan sinceras como conmovedoras, que la revelan como arquetipo de la mujer argentina.



Prof. GUILLERMO PALOMBO



CONFERENCIA PRONUNCIADA POR JOSE LUIS MUÑOZ AZPIRI, EN EL MARCO DEL BICENTENARIOA DE LAS INVASIONES INGLESAS

Conferencia pronunciada por José Luis Muñoz Azpiri (h), en el Instituto J M de Rosas, organizada por Jóvenes Revisionistas en el marco del Bicentenario de Las Invasiones Inglesas.

“No hay un solo ejemplo en la historia que pueda igualar a lo ocurrido en Buenos Aires, donde, sin exageración, todos sus habitantes, libres o esclavos, combatieron con una pertinacia que no podía esperarse ni del entusiasmo religioso o patriótico, ni del odio más inveterado e implacable (...) América del sur no será nunca conquistada por Inglaterra, porque sus habitantes nos profesan un rencor increíble.”

General J. Whitelocke (testimonio de su defensa ante el Consejo de Guerra)

Los jefes británicos no exageraban; Buenos Aires había reconquistado su soberanía en 1806 y1807 a un precio superior a las 2.000 bajas, casi el 4 por ciento de su población total. Era el epílogo de casi tres siglos de abiertas hostilidades entre España y Gran Bretaña, que si en Europa conocieron algunos períodos de tranquilidad, en América no se los vislumbró desde los albores de la Conquista.

Frente a la ejemplaridad anglosajona, España fue durante cinco siglos la gran ausente en los campos del saber, la virtud y la belleza. Durante cinco siglos, hasta hoy, pues si Toynbee desconoce su significación en la obra occidental de la cultura, la Universidad de Harvard, en la edición de sus Clásicos, sólo incluye el nombre de Cervantes por resultar excesiva su omisión. Mas si España no existe en la perspectiva histórica anglosajona es porque representa cuanto ellos detestan: del catolicismo y Felipe II a la delantera en la carrera moderna de los imperios; del monopolio comercial a la comida que no les cae bien en el estómago; de la siesta a las corridas de toros. Entre las naciones del occidente europeo España encarna sus contravalores, pues frente a las virtudes puritanas de templanza, tolerancia, libertad y amor al trabajo ¿qué tiene que hacer España, salvo avergonzarse de su pasado y confiar en el milagro de su regeneración? “La leyenda negra del despotismo, duplicidad y crueldad española – escribe Arthur P. Whitaker -, creó un prejuicio muy extendido hacia los hispanoamericanos que eran, y así se hacía notar, tan españoles como americanos, mayoritariamente católicos como protestante era el pueblo de Estados Unidos, y eso en tiempos en que los protestantes norteamericanos consideraban al catolicismo romano y al oscurantismo como conceptos virtualmente sinónimos.

Durante los siglos XVII y XVIII, por no decir que también en el siglo XX y en el actual, los angloamericanos fundaron su versión sobre España y su colonización americana en los libros de Las Casas, Daverant, Marmontel, Robinson, Raynal, Voltaire y Rosseau, verdaderas aguas fuertes al rojo y negro sobre su presencia en el Nuevo Mundo, así como los españoles pudieron fundar la suya en la persecución de los cuáqueros disidentes, flagelados y marcados a hierro en Massachussets entre 1656 y 1662; en los pillajes y crímenes que sufrieron los pieles rojas, o en las 32 infelices histéricas que fueron quemadas vivas en Salem, acusadas de practicar brujería. Claro que la historia no puede analizarse en esa perspectiva, fuera de contexto y bajo los efectos de prejuicios totales y medias verdades, mas en esa forma la escribieron ellos, y su versión prevalece desgraciadamente. Versión fundada en enemistad, tan arraigada que mejor le cuadra el nombre de odio histórico.

De una comedia inglesa – Dick of Devonshire – escrita en 1625, Philip Powell reproduce un texto revelador: “Jamás podría yo descubrir de qué raíz comenzó a engendrarse el grande y fecundo árbol del odio de España hacia nosotros y de nosotros hacia España”. Como recurso poético la duda puede pasar, más históricamente la raíz del odio fue religiosa, política y comercial, todo ello en el marco de la contrarreforma española y la lucha por la supremacía marítima y colonial. Es un hecho que la derrota de la Armada Invencible, en 1588, produjo un viraje radical en la historia de occidente, consagrando las instituciones inglesas y degradando las españolas por los siguientes 500 años. Junto a los arrecifes ingleses naufragaron no solo las naves de Felipe II sino toda una Weltanschauung. Maltrechos los conceptos religiosos, personales y sociales de la vida a la manera de los españoles, era natural que todavía en el siglo XIX se hablara en Estados Unidos de la “unión perversa de tres plagas” para cargar el acento sobre la Iglesia Católica, “autora de la matanza de los inofensivos albigenses, de la masacre de San Bartolomé y de la destrucción de los inofensivos naturales de la América del Sur”, víctimas del fanatismo y la crueldad. Fanatismo y crueldad hermanados en el alma española, como dirá años mas tarde el doctor Robinson, otra de las autoridades anglosajonas en asuntos hispanoamericanos: “Los fanáticos han sido y serán siempre crueles, pero cuando vemos al despotismo civil aliado con la intolerancia religiosa no podemos maravillarnos de que la índole de los españoles sea engreída y rencorosa tanto individual como nacionalmente. Así las cosas, no puede sorprender que un profesor de Oxford escriba ¡en 1964! que “el sadismo distingue a la vida española a través de los siglos. (Cecil Roth, The Spanish Inquisition).

La obra americana de España se planteaba en los términos de la Leyenda Negra, extremando “la condición abyecta” de los colonos durante más de tres siglos, y la esclavitud de los negros “que no han padecido mayor opresión en parte alguna”, tan despótica, agregaba un periódico de Virginia (American Star) “como cualquier opresión pueda darse en Asia, clásica y famosa región del despotismo”. Por cierto que no arredraba al editor levantar tan filantrópica bandera mientras en sus páginas anunciaba la venta de hombres, mujeres y niños negros, subasta en la que harían buen negocio sin renunciar a sus virtudes. En cambio los codiciosos, crueles y fanáticos españoles...

Algunos autores anglosajones se tomaron el trabajo de proporcionar el número exacto de ajusticiados por el Santo Oficio, mas omitieron que los aborígenes no estuvieron sujetos a la jurisdicción del Tribunal en los dominios americanos de España. Dejaron ese honor para el ya citado Cecil Roth quien explica que si los indígenas quedaron a salvo de las hogueras fue “ con base en la teoría que hallándose tan abajo en la escala humana no eran capaces de recibir la fe, teoría también adecuada para justificar las atrocidades que con ellos se cometieron”. Nueva confirmación que los españoles no pegaban una, pues de someter a los indios al Santo Oficio habrían sido bárbaros insensatos, y al no hacerlo resultaron más crueles aún, pues les tuvieron por incapaces de recibir la fe. Dicen los amantes de fútbol, que sea como sea la actuación, al referí siempre lo chiflan

Decía el escritor inglés Philip Guedalla que la Argentina procedía con impropiedad al quejarse de Londres por las Invasiones Inglesas ya que el almirantazgo británico le había rendido a nuestro país “el supremo homenaje de la invasión”. Así era en verdad. Otras naciones habían venido a integrar el imperio de la reina Victoria sin el uso de las armas. Se trata de un toque de “humour” de un ilustre egresado de Oxford.

Beresford y Whitelocke invadieron el Plata en 1806 y 1807. En dicha época –dato que se olvida- Inglaterra estaba en guerra con España. El conflicto surgió cuando el Reino Unido hundió cuatro fragatas que venían de América; en el lance desapareció la entera familia Alvear (quizá en virtud de dicho episodio, el general Carlos María ofreció entregar el país a Inglaterra en 1815). Al año siguiente,1805, España unió su escuadra a la de Francia y ambas fueron derrotadas en Trafalgar. Dato acaso igualmente ignorado: todos los almirantes del encuentro, Nelson, Villeneuve, Gravina, Alcalá Gallano, Churruca, murieron en su puente de mando o como resultado de la batalla. Y todos con uniforme de gala como fue costumbre marina en los combates navales hasta la batalla de Tsuchima en 1905.

En 1808, Napoleón invadió a España. La aventura originó dos grandes errores. Primero, el hundimiento del Imperio napoleónico como reconoce en el Memorial de Las Casas el propio prisionero de Santa Elena; España fue el Moloch que devoró las mejores fuerzas imperiales durante cuatro años. El segundo error nació de la naturaleza del hecho: España se alió con Inglaterra, su enemiga natural desde la época de la Armada Invencible. Todos los indicios actuales enseñan que las conveniencias españolas de entonces se orientaban a apoyar los intereses del bloqueo continental decretado por Napoleón. En el plano concreto de los hechos observamos que los ejércitos de Wellington saqueaban a la Península (“mis tropas son la hez de la tierra”, confiesa el propio Duque de Hierro) mientras las naves vencedoras de Trafalgar impedían a la flota española comunicarse con sus colonias o reinos de América. Un millón de muertos inútiles suscriben esta equivocación ibérica.

¿De que valió la resistencia de Liniers – se pregunta Guedalla – si al año siguiente de la derrota de Whitelocke, la Argentina debía ser forzosamente aliada de Inglaterra? En caso de haber triunfado los ingleses en el asalto a Buenos Aires, la plaza tenía que ser restituida a Carlos IV en el mismo año, 1808. Esto ya no es un toque de “humour”. Es una nota de candidez o cinismo. Las Malvinas fueron ocupadas en plena paz en 1833 y todavía no han sido restituidas. Si las tropas del aliado Wellington saqueaban Galicia, Castilla y el País Vasco, es de suponer lo que no harían las del aliado Whitelocke en las Indias meridionales. Se habrían cargado hasta con los ombúes.

El criterio revisionista en el tema histórico argentino no debe aplicarse tan solo a la Leyenda negra, es decir, a las calumnias contra España, o a la leyenda roja, la denigración de Rosas y los caudillos, sino a todo nuestro pasado íntegro desde la llegada de Solís al Plata. La historia de que el almirante Home Pophan procedió espontáneamente a invadir a Buenos Aires sin conocimiento ni autorización del Almirantazgo no puede hoy día sostenerse. Fue esa una beatería inventada por el Foreing Office para consumo personal de las escuelas elementales del Reino Unido y la República Argentina.

El ataque se aguardaba en Buenos Aires desde 1797, según anuncian oficios reservados al Rey conservados en nuestro Archivo General de la Nación. El general venezolano Francisco de Miranda trabajaba en Europa desde 1790 para emancipar a América de España bajo patronato inglés. Entre 1796 y 1802 las gestiones se intensificaron. En 1803 fueron intermediarios de la negociación de Miranda el vizconde Melville, primer lord del Almirantazgo y nuestro amigo Popham, quién conferenció con el primer ministro William Pitt y preparó una memoria oficial al respecto. La invasión de América por parte de Popham y Miranda estaba decidida en 1804 pero el proyecto respecto del Plata debió ser postergado hasta 1806. Miranda invadió Venezuela tiempo más tarde con uniforme de general francés; fracasó en su intento y fue entregado a los españoles por Simón Bolívar en un episodio cuya legitimidad todavía se discute. Las notas de los amoríos y las sociedades secretas se repiten en la estrofa de esta vida revolucionaria. Han aparecido oficios del conspirador en la correspondencia del Cabildo de Buenos Aires publicada por nuestra facultad de Filosofía y Letras.

Las ideas felices tienen muchos padres; las desdichadas, ninguno. La observación extrema sus matices crueles en la historia inglesa. Escribe un testigo de estos hechos que, más de una vez, en el curso del siglo diecinueve, los gobiernos ingleses han lanzado a peligrosas aventuras a individuos sacrificados de antemano. Si el asunto salía bien se le recompensaba y se anexionaban los territorios conquistados por su locura. Si salía mal y hacía gritar demasiado alto a Europa, los desautorizaban y abandonaban a su surte. “Esto puede parecer duro – repite el relator – pero el bien del Reino constituía entonces la ley suprema. Las demás naciones estaban contra Inglaterra...Y es un honor que Inglaterra encontrara siempre hombres prontos a jugar ese juego terrible”. El increíble Popham no fue más que un peón avanzado, sin gran esperanza, en el tablero sudamericano. Los jefes lo conformaron con parte del saqueo de los caudales del Fuerte y el suculento “situado” que acababa de llegar a Buenos Aires desde el Perú, una suma personal y global de seis mil libras mientras que Sir David Bair que no había hecho nada, fuera de prestar el “71” para el lance, se quedó con sesenta mil. La polémica entre los jefes apareció registrada en el diario “The Times” del 11 de junio de 1807. Ni una sola libra del saqueo pudo recuperar Buenos Aires.

Entendemos que tales liviandades formaban parte del código militar de la época. No podemos, por lo tanto, de calificarlas de piráticas. Tampoco podemos llamar aventura “corsaria”, como se la ha juzgado comúnmente, a los asaltos rioplatenses de Popham, Blaird, Beresford, Crawford y Whitelocke. Fueron operaciones militares legítimas; en dicho tiempo los reyes de Inglaterra y España estaban como decimos en guerra. No sucedió así durante la toma de Panamá por Henry Morgan, aventura de la cual se avergüenza hasta la Enciclopedia Británica, ni en el abordaje a las Malvinas, en plena paz con la Argentina y España y a los ocho años de haber reconocido Jorge III la independencia Argentina. Aclaremos que la palabra “pirate” no es ofensiva en inglés; en cambio, lo es mucho, el término “beggar”, es decir, mendigo. Cada cual esgrime la moral de su oficio. España fue una nación opulenta hasta el siglo XIX; era por lo tanto razonable y lícito saquearla. Después prohijó pordioseros en demasía; para los grandes escritores de España es lo mismo ser rey o mendigo; todo depende del caudal de dignidad con que se asumen tales funciones. Robar no es delito en la época moderna, por lo menos en la esfera del derecho internacional; parecería serlo en cambio, la evangélica actividad de pedir limosna. El juego es simple: quien muere pierde. Y quien perdió fue España.

El día 12 de agosto, todos los años, la Argentina recuerda los acontecimientos relacionados con el rechazo de las dos invasiones inglesas de 1806 y 1807 por parte de las fuerzas criollas he hispánicas del virreinato del Río de la Plata Una población heterogénea adquiere entonces el concepto cabal de “pueblo”. El cantor del Himno, Vicente López, lo proclama en “El triunfo argentino”, obra compuesta en 1808. Allí se habla de españoles, nativos, pardos, morenos, mestizos, etc. Se habla también del “gran pueblo”, del “heroico jefe de la patria amada” (Liniers), de la “capital bella” (Buenos Aires), de los “héroes de la inmortal Albión envilecidos con el estupro, asesinato y robo”, de la “matanza de ancianos infinitos” y de la conveniencia que en lo sucesivo:

“el anglo en cuanta lid intente
humille su cerviz al argentino”

En el parte que el Cabildo de Buenos Aires envió al rey Carlos IV sobre la defensa de la ciudad contra la segunda invasión inglesa, del 29 de julio de 1807, se dice que toda la población estuvo dispuesta a morir “por la religión, por el rey y por la patria (sic), y que “al pueblo sin discusión de clases es a quien debe (el Rey) la victoria, y es el que sin auxilio de tropas ha hecho este servicio a V.M.”. En el mismo documento se lee que fue “increíble el gozo que se difundió entre los habitantes de este país” al presentarse “la numerosa escuadra de más de ochenta velas”. El contento era “universal. Y el “anciano, el joven, el rico, el pobre y aún el infeliz esclavo ansiaban por tener parte en la defensa”: Buenos Aires recibía con holgorio al extranjero invasor, como ha sucedido en posteriores ocasiones, pero en este caso particular y melancólico es porque iba a tener ocasión de matarlo.

José Luis Muñoz Azpiri (h)

BIOGRAFIA – HOMENAJE AL MAESTRO FERMIN CHAVEZ.

(Al cumplirse el 1° Aniversario de su fallecimiento).


Benito Enrique Chávez (más conocido como Fermín Chávez) nació el 13 de julio de 1924 en “El Pueblito”, perteneciente al Departamento de Nogoyá, Entre Ríos.

Estudió Humanidades en Córdoba, Filosofía en Buenos Aires y Teología en Cuzco. Entre quienes más influenciaron en su formación se pueden citar las enseñanzas de Rodolfo Mondolfo, Nimio de Anquín y Víctor Frankl.

Fue Historiador, poeta y profesor universitario y si bien no se dedicó a la docencia, tuvo a su cargo diversas cátedras en las Universidades de Buenos Aires, La Plata y Lomas de Zamora.

Su militancia en el peronismo data de 1943, aunque fue recién en 1950, cuando con un grupo de jóvenes escritores que se reunían en la peña “El hogar de la empleada”, en Avenida de Mayo 869, todos los viernes, Fermín Chávez conoció a Eva Perón.

Por esos años trabajó en la Secretaría de Salud Pública de la Nación y luego en la Dirección General de Cultura bajo la dirección de Castiñeira de Dios.

En los años de la Resistencia Peronista; Fermín integró el Comando Táctico creado por Perón. Junto a Héctor Tristán y otros compañeros de “Línea dura” editó “De Frente”, un boletín de 4 páginas que transmitía las directivas de Perón desde el exilio, y exhortaba a los peronistas a votar en blanco en las elecciones constituyentes de 1957, que finalmente fueron ganadas por el voto en blanco alentado por el peronismo proscripto. Además cumplió una importante tarea de esclarecimiento, con la aparición en diciembre de 1956 de su libro “Civilización y Barbarie” que refutó la tesis del "mayismo" instalada por ASCUA y los "libertadores". Además de los cargos ya mencionados; durante las gestiones de los gobiernos justicialistas ocupó puestos nacionales y municipales, todos los cuales honró con su honestidad y su compromiso militante. En 1973, fue uno de los que acompañó en el avión al general Perón, del retorno de su exilio, en su regreso a la Argentina. En 1984 integró la Comisión Asesora del Comando Superior Justicialista.

Fue un gran periodista y como tal comenzó su labor en el año 1947. Trabajó en los periódicos "Tribuna", "El Capital", "La Opinión", "Mayoría", "Clarín", la revista de la CGT, "Dinámica Social" y "Todo es historia".

Por sobre todas las cosas, Fermín Chávez fue un hombre con un inmenso conocimiento de nuestra cultura e historia, y tal vez, su principal virtud, fue su extraordinaria humildad.

A partir del año 1974 vivió en el segundo piso de la calle Chile al 685, en el porteñísimo barrio de San Telmo. Allí escribió, y abrió sus puertas a quiénes, como yo, concurríamos a verlo en busca de orientación o consejo. Con sencillez y amabilidad siempre tuvo una palabra de aliento, para quienes seguíamos sus pasos como los de tantos otros hombres del revisionismo, por la lucha de la verdad histórica y el despertar de la conciencia nacional.

En su tarea de historiador encaró el estudio con la característica seriedad de la escuela revisionista, con irrefutable documentación y un estricto tratamiento de la misma, combinando las propias convicciones con un cuidado análisis metodológico de la heurística y hermenéutica; todo tendiente a alcanzar un claro conocimiento de nuestro pasado nacional.

Esta postura nacional, tanto en lo político como en lo histórico, lo marginaron de los grandes círculos de intelectuales ligados a los centros académicos o universitarios, y desde ya, le valieron el silencio y ocultamiento de parte de los medios de comunicación. Sin dudas; de haber pertenecido Fermín a lo que Jauretche llamó “intelligentzia” su suerte hubiera sido muy distinta. Pero Fermín Chávez, más que títulos u honores, fue un hombre fiel a su Patria, cuya mayor distinción fue no haber dejado jamás de ser un hombre del pueblo.

Su obra estuvo ligada principalmente al peronismo y al devenir del movimiento nacional a lo largo de la historia, en sus distintas expresiones. Siempre estuvo al lado de las causas populares, de los desamparados, los excluidos y nunca dejó de ser crítico con la “historia oficial”, como corresponde con todo revisionista que se precie de tal, toda vez que ésta constituye una herramienta de dominación tendiente a afianzar nuestra “colonización pedagógica”.

Los reconocimientos, aunque tardíos e insuficientes, por suerte llegaron a alcanzarlo con vida. Así pudo tener la satisfacción de que la Legislatura de la Ciudad de Bs. As, un 2 de octubre del 2003 lo declaró “Ciudadano Ilustre”, a través de la sanción de la ley N° 1090. promulgada por el Decreto Nº 1988 del 29/10 del mismo año.

El 28 de mayo de 2006 se apagó la vida de este gran maestro. Sus restos fueron velados en la Legislatura porteña. Sus enseñanzas sobre el pasado nacional y sobre las posibilidades de nuestro país, seguirán viviendo en cada argentino que defienda la causa nacional, así seguramente lo habría deseado nuestro querido historiador Don Fermín Chávez.

BIBLIOGRAFIA DE FERMIN CHAVEZ:

1- Vida y muerte de López Jordán, Theoría, Bs. As, 1957.

2- Diez hijos de Evita, Nueva Generación, Bs. As., 2005.

3- Alberdi y el mitrismo, Peña Lillo, Bs. As., 1961.

4- Un sexteto para el Colón, Nueva Generación, Bs. As., 2005.

5- Historia y Antología de la poesía gauchesca, Margas, Bs. As., 2004

6- Herder, el alemán matrero, Nueva Generación, Bs. As., 2004.

7- Ponce De León y el fuego, Corregidor, Bs. As., 1999.

8- José Hernández. Periodista, político y poeta, Culturales Argentinas, Bs. As., 1959.

9- Una provincia del Este, (poemas), Editorial de Entre Ríos, Bs. As, 1951.

10- Como una antigua queja, (poemas), Editorial del País, Bs. As, 1950.

11- Dos elogios y dos comentarios (poemas), Perón, Bs. As, 1950.

12- Historia del país de los argentinos, Theoría,

13- El revisionismo y las montoneras, Theoría, Bs. As., 1984.

14- La cultura en la época de Rosas. Aportes a la descolonización mental en Argentina, Theoría, Bs. As, 1973.

15- Vida del Chacho, Theoría, Bs. As, 1991.

16- Civilización y Barbarie. El liberalismo y el mayismo en la Historia y Cultura Argentina, Trafac, Bs. As., 1956.

17- Perón y el peronismo en la historia contemporánea, II Tomos, Oriente, Bs. As., 1975.

18- Eva Perón en la historia, Oriente, Bs. As., 1990.

20- Poemas con matreros y matreras, Theoría, Bs. As., 1998.

21- John William Cooke. El diputado y el Político, Círculo de Legisladores de la Nación Argentina, Bs. As, 1998.

22- Pensamiento Nacional, Ediciones Nueva Generación, Bs. As, 1995.

23- La chispa de Perón: el arte de la política en y sentencia, Cántaro, Bs. As., 1990.

24- La historia a la vuelta de casa, Centro Editor de América Latina, Bs. As, 1971.

25- Poesía rioplatense en estilo gauchesco, Ediciones Culturales Argentinas, Bs. As, 1962.

26- José Luis Busaniche, Ediciones culturales argentinas.Ministerio de Educación y Justicia. Subsecretaría de Cultura, Bs. As, 1964.

27- La vuelta de José Hernández. Del federalismo a la república liberal, Theoría, Bs. As, 1973.

28- Aquí me pongo a cantar: poetas y trovadores del Plata, 1993.

29- Historicismo e iluminismo en la cultura País, Bs. As, 1977.

30- Perón y el justicialismo, Centro Editor de América Latina, Bs As, 1984.

31- La libreta de Rosas, Estrella Federal, Bs. As, 1995.

32- De Don Juan Bautista a Don Juan Manuel; Históricas Juan Manuel de Rosas, Bs. As, 1997.

33- Alpargatas y libros-diccionario de peronistas de la cultura; II Tomos, Bs. As, Theoría, 2003-2004.

34- 45 poemas paleoperonistas, Theoría, Bs. As, 1997.

35- Entre Ríos, cuchillas, historias, Centro Editor de América Latina, Bs. As, 1971.

36- Otra vuelta con Martín Fierro, Theoría, Bs. As, 1999.

37- Flora y fauna en el Martín Fierro, Buenos . As, 1997.

38- Martín Fierro: sus contenidos ideológicos y políticos, Madrid, Bs As, 1980.

39- La conciencia nacional: historia de su eclipse y recuperación; Pueblo Entero, Bs. As., 1996.

40- Goya en la Argentina: el castigo de un genio equívoco, Pueblo Entero, Bs. As, 1995.

41- Porque esto tiene otra llave. De Wittgenstein a Vico. Pueblo Entero, Bs. As, 1994.

42- El Che, Perón y León Felipe; Ediciones Nueva Generación, Bs. As, 2002.

43- Siete escolios sobre Perón; Theoría, Bs. As., 2001.

44- Evita hay una sola, Corregidor, Bs. As, 1999.

45- El peronismo visto por Víctor Frankl, Theoría, Bs. As, 1999.

46- Testamentos de San Martín y Rosas y La Protesta de Rosas, Theoría, Bs. As., 1991.

47- Correspondencia de San Martín y Rosas, Theoría, Bs. As., 1991.

48- Un nuevo diálogo gauchesco sobre Rosas,

49- Correspondencia de Rosas y Urquiza, Theoría, Bs. As.

50- Escritos curiosos de Juan Manuel de Rosas, Theoría, Bs. As.

51- Poemas con fusilados y proscriptos, Fundación Raúl Sacalabrini Ortiz, Bs. As, 1964.

52- La Confederación, un proyecto nacional olvidado, Editorial del Noroeste, Bs. As, 1976.

53- La Vuelta de Don Juan Manuel, Dirección General de Escuelas. Director impresiones del Estado, Bs. As, 1991.

54- Rosas Educador, Colección del Zanjón, Bs. As, 2003.

55- Diccionario Histórico Argentino, Fabro, Bs.

56- Reseña de acontecimientos históricos (1553-2003), Fabro, Bs. As, 2005.

57- Iconografía de Rosas y la federación, III Tomos, Oriente, Bs. As, 1970.

Escribió los tomos 14 a 21 de la Historia Argentina de José María Rosa. El tomo 14, El justicialismo; el tomo 15, El antiperonismo; el tomo 16, La revolución argentina; el tomo 17, El retorno; el tomo 18, Estudios introductorios; el tomo 19, El proceso; el tomo 20, Del mundial al conflicto; y el tomo 21, La guerra de Las Malvinas y la democracia maniatada.

Federico Gastón Addisi.

Bibliografía:

GONZALEZ ARZAC, Alberto, Académicos y amigos fallecidos. Fermín Chávez, en Revista del Instituto J. M. de Rosas, N° 66, Buenos Aires, 2004-06, p. 197.

ADDISI, Federico, San Martín, Rosas y Perón. Un homenaje a Fermín Chávez, inédito.