16 de mayo de 2008

APERTURA DEL II CICLO DE PENSADORES NACIONALES

EL DIA JUEVES 22 DE MAYO, A LAS 19 HS, EN LA SEDE DEL INSTITUTO J M DE ROSAS (MONTEVIDEO 641) SE PROCEDERA A LA APERTURA DEL II CICLO DE PENSADORENES NACIONALES ORGANIZADO POR LOS JOVENES REVISIONISTAS.

INICIALMENTE DISERTARIA EL PROFESOR Y FILOSOFO ALBERTO BUELA PERO POR EL COMPROMISO MILITANTE DE ESTE Y OTROS DESTACADOS PENSADORES, TENDREMOS EL HONOR DE ABRIR EL CICLO CON LA PRESENCIA DE:


- ALBERTO BUELA , DISERTANDO SOBRE PEDRO DE PAOLI.

- ALFREDO MASON, DISERTANDO SOBRE RAMON DOLL.

- HORACIO CAGNI, DISERTANDO SOBRE CESAR MARCOS.


TODO ESTO EN EL MARCO DE UNA MESA REDONDA DE PRIMER NIVEL INTELECTUAL CON HOMBRES DE LA PRIMERA LINEA DEL PENSAMIENTO NACIONAL.

DESDE YA QUE LOS ESPERAMOS A TODOS A LAS 19 HS. A DISFRUTAR DE TAN EXCELSOS EXPOSITORES.


12 de mayo de 2008

II CICLO DE CONFERENCIAS: "LOS PENSADORES NACIONALES".

LOS JOVENES REVISIONISTAS, RAMA JUVENIL DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTORICAS JUAN MANUEL DE ROSAS, ORGANIZA EL II CICLO DE PENSADORES NACIONALES.

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA.
SE ENTREGARA CERTIFICADOS DE ASISTENCIA CON EL 75% DE PRESENCIA AL CICLO.


APERTURA: JUEVES 22 DE MAYO. 19 HS
DISERTARA: FILOSOFO ALBERTO BUELA.
TEMA: PEDRO DE PAOLI, UN PERONISTA TRADICIONALISTA.
LUGAR: SEDE DEL INSTITUO (MONTEVIDEO 641, CAP. FED).


EL MISMO CICLO CONTINUARA CON LAS SIGUIENTES FECHAS CONFIRMADAS HASTA EL MOMENTO:

Jueves 5 de Junio 19,00 hs.

“Arturo Jauretche: El desarrollo nacional y la Independencia Económica” por el Sr. Ricardo Micotis.

Jueves 19 de Junio 19,00 hs.
“Jauretche y el Revisionismo histórico” por el Dr. Antonio Vergara del Carril.

Jueves 3 de Julio 19,00 hs.
“Abelardo Ramos y la Patria Grande” por el Dr. Juan Federico Elsen.

2 de mayo de 2008

COMANDOS EN ACCION EN MALVINAS

Enfrentamiento de Comandos, "una llamarada heroica"

“Cuando combatíamos contra unidades de conscriptos el asunto era relativamente fácil, pero cuando combatíamos contra soldados profesionales el asunto era difícil, y nos causaron serios problemas”
General Moore (Jefe adversario)


Los múltiples intentos de “desmalvinización” de la conciencia argentina, han logrado sepultar la historia de un grupo de soldados que con gallardía y movidos por el amor a la patria llevaron acabo en el que fuera el último choque bélico de una guerra comenzada hace ya casi dos siglos. Ésta es la historia de una de las batallas libradas por las Compañías de Comando 601 y 602, tema poco trillado - por no decir ignorado – por el periodismo argentino, las cuales salían por propia voluntad a enfrentarse con el experimentado ejército británico.

Los Comandos son pequeños grupos de choque, destinados a hacer incursiones ofensivas en terreno enemigo. Están integrados por soldados profesionales con la tal aptitud. Tanto el ejército argentino como el del Reino Unido contaban con estas tropas especiales, dirigidos por soldados de suma experiencia.

La Compañía de Comandos 601 se encontraba en las islas Malvinas prácticamente desde la iniciación del conflicto; en tanto que la 602, arribó más tarde al archipiélago. Al mando de estas verdaderas tropas de élite, estaban el Mayor Mario Castagneto y el Mayor Aldo Rico, respectivamente de la 601 y 602.

En la madrugada del martes 8 de junio de 1982, se alistó toda la Compañía 602 – a esta altura de los acontecimientos las compañías operaban en conjunto -, contando con treinta hombres aptos para desempeñar el ataque. Coligada con el Tte. Cnel. Soria, jefe del Regimiento de Infantería 4, la Compañía se dispersó inteligentemente delante de las posiciones del Regimiento 4 (Monte “Two Sisters”), para así montar una emboscada.

Casualmente, esa misma noche, los Comandos británicos, ubicados en el Monte Harriet, decidieron infiltrarse en las líneas de defensa; pero al escuchar ruido de combate en esa zona, volvieron por donde estaban ubicados los Comandos argentinos.

El Sargento Mario Cisnero se hallaba como apuntador de una ametralladora, asistido por el teniente primero Guglielmone, bajo las órdenes del capitán Tomás Fernández. El “Perro” Cisnero era un suboficial catamarqueño nacido en una familia criolla y numerosa. Conocido por todos sus compañeros por su espíritu solidario, su profesionalismo y valentía; fue instructor de comandos (allí se ganó su apodo) y muchos de los que se hallaban combatiendo a su lado, habían sido sus cursantes. Haciendo el curso de paracaidista saltaba como todos a unos 2.000 metros de altura, sólo que sus compañeros habrían el paracaídas a unos 700 metros y era ahí cuando en la inmensidad del cielo veían pasar un “cohete humano”; era el “Perro” que recién lo abría a los 300…Esta breve anécdota, ilustra de qué estaban hechos nuestros Comandos, de los que Cisnero fue un paradigma.

Aquella noche del 8, Cisnero visualizó una columna enemiga, y rápidamente preguntó a su sargento: “¿Les abro fuego?, y éste contestó: “No, no abra fuego.”, considerando que a la distancia que se encontraban – 700 u 800 metros – no era rentable dispararles. Tiempo después el mayor Rico decidió replegarse y actuar al día siguiente. Estaba ubicada la posición.

Para la nueva incursión, se programó una nueva estrategia de ataque, esta vez la Compañía 602 contaría con el apoyo de artillería y una docena de hombres del cuerpo de Gendarmería. El teniente primero Enrique Stel actuó de intermediario con los Comandos y el Grupo 3.

Alrededor de las 9 de la noche el grupo de Comandos llegó a posición, y se montó la emboscada. Todo ocurriría en el mismo lugar que el día anterior. Pero la estrategia de ataque fue la siguiente. Abajo del Monte, un escalón de apoyo con una ametralladora, compuesto por el sargento Mario “Perro” Cisnero como apuntador y el teniente primero Vizoso; más arriba el mayor Rico acompañado por el capitán Ferrer, cerca de ellos, bajando a la derecha, otra ametralladora manejada por el teniente primero Enrique Rivas y servida por el sargento Miguel Franco. El escalón de asalto estaba dividido en dos fracciones, situadas en el bajo a ambos costados: el capitán Tomás Fernández con su sección a la derecha, y el segundo comandante Santo con los gendarmes y otra ametralladora a la izquierda. El capitán médico Ranieri, armado también, fue situado detrás y arriba de Rico. Finalmente, 150 metros más elevado se hallaba el escalón de protección y recibimiento a órdenes del capitán Villarruel.

En la silenciosa vigilia, los soldados argentinos observaban sus sectores con los visores nocturnos de doscientos metros de alcance. Alrededor de las dos de la mañana, el sargento Vizoso divisó una columna de enemigos que se acercaba cautelosamente por la derecha hasta pasar por delante de él. Rápidamente avisó a Rico y éste contestó: “¿Y por qué no les disparaste?”, y Vizoso perplejo ante la reacción de su mayor dijo: “Pensé que no debía, para que viniera más gente.” Sorpresivamente el silencio fue irrumpido por una explosión. Los ingleses tomaron la ofensiva, y sorprendieron a quienes pensaban emboscarlos.

Cuatro ingleses se acercaron rápidamente hacia la posición del “Perro” y de Vizoso, y rompieron fuego con un lanzacohetes. La granada reventó contra el cuerpo de Cisnero, matándolo en el acto, y arrojando al teniente primero Vizoso unos metros hacia delante con cinco heridas en la cabeza producidas por las esquirlas. Como un acto reflejo el teniente primero tomó la MAG, pero estaba inutilizada. Al mismo tiempo se acercó un grupo de ingleses para rematar a los Comandos, pero el soldado argentino se hizo el muerto; los británicos se percataron de sus movimientos y soltaron sendas ráfagas contra ambos cuerpos caídos.

Milagrosamente Vizoso se salvó, ya que el soldado que intentó rematarlo le disparó con su fusil en automático a muy corta distancia, y el retroceso del arma tornó impreciso el fuego. Solo una bala logró penetrar en el cuerpo de nuestro héroe: por el hombro derecho, recorriendo toda la espalda y desgarrando la carne.

Los enemigos creyeron muerto a Vizoso y se retiraron. Pero en un acto de valentía, el teniente primero Vizoso alcanzó su fusil y soltó una ráfaga de fuego contra los soldados enemigos, vaciando un cargador entero. Vizoso, al ver desplomarse la fila de los ingleses, creyó que estaban cuerpo a tierra, cambió el cargador y volvió a liberar una ráfaga de fuego; posiblemente los soldados británicos hayan muerto en el acto. Al terminar el segundo cargador, sintió una fuerte molestia en su cabeza y al tocarse se percató de que estaba mal herido: “Estoy hecho un colador”. El oficial no podía entender cómo hacía para mantenerse en pie. Esto tiene una explicación, al ser la bala trazante, luminosa, con un compuesto de fósforo, cauterizó la carne impidiendo la hemorragia.

El combate crecía segundo a segundo. La intensidad del fuego inglés era tremenda, nuestros soldados se mantenían firmes en sus posiciones alentados por la fe religiosa y patriótica.

En medio de la noche fría y húmeda, ambos grupos de Comando libraron un cruento combate, que considerando lo mencionado en líneas anteriores sobre el accionar de ésta especialidad, sólo en una isla puede darse un choque de este tipo. En la conmoción imperante el mayor Rico ordenó al teniente primero Rivas que se pusiera a la par de él, ya que la posición del “Perro” y Vizoso había sido perdida. Al haber una falta de interpretación, la sección de Gendarmería se desplazó muy hacia atrás, y al hacerlo recibió fuego directo de unas “bazookas” inglesas provocando la muerte del sargento primero Acosta e hiriendo a otro oficial.

Al tiempo que desde el Monte Kant la artillería británica de campaña comenzó a tirar contra las huestes argentinas, el jefe del S.A.S dio la orden de retirada.

Rico, por precaución, ordenó que su Compañía se repliegue, empero, nuestros soldados cegados por el furor del combate y la ira de haber perdido a dos compañeros, quisieron rescatar el cuerpo de Cisnero; Rico denegó tal intención, a lo que el teniente primero Lauria contestó: “¡Mi mayor, cómo vamos a replegarnos!, ¡Los hemos molido a patadas a los ingleses! ¡Hay que hacer una persecución y aniquilarlos!”.

El mayor Rico enfurecido puso en su lugar a Lauria haciéndole ver lo temerario de su idea, dado que los ingleses se retiraban batiendo toda la zona bajo un intenso fuego de artillería. Como “castigo” le ordenó que se haga cargo de la retirada en ese sector. El retroceso fue cubierto por Rico, y los capitanes Ferrero, Fernández Funes y Ranieri, el último de los cuales lanzó el desafiante lema: ¡Dios y Patria o muerte!

Rico ordenó que la fuerza británica sea perseguida por la artillería, y así lo fue por 400 metros. Al no oírse más de ella; el mayor Rico se replegó con su Compañía hacia donde lo esperaba el capitán Villarruel.

El regreso a Puerto Argentino fue muy silencioso, cada uno meditaba lo sucedido minutos atrás. El cansancio se iba apoderando de ellos, ya que al relajarse las tensiones se desvanecían y se daba lugar al desgaste. Nuestro muy dolido Vizoso meditaba más que ninguno sobre la pérdida de su compañero de posición Cisnero, quién tan valientemente se había desempeñado en éste y otros combates, donde se destacaba por sus vastos conocimientos en operaciones de Comando y por el coraje con que manifestaba su amor a la Patria.

Vizoso fue intervenido quirúrgicamente y obligado a volver al continente. Así lo hizo la noche del 13 de junio, cuando el aeropuerto fue bombardeado, en el último avión que logró salir de Puerto Argentino.

Los Comandos argentinos registraron 4 bajas, entre muertos y heridos. Entre ellos el muy querido “Perro” Cisnero. En su cuaderno de notas se encontró lo siguiente: “¡No sé rendirme, después de muerto hablaremos! Señor te pido que mi cuerpo sepa morir con la sonrisa en los labios, ¡como murieron tus mártires!...Quiero ser el soldado más valiente de mi Ejército, el argentino más amante de mi Patria. Perdóname este orgullo, Señor”. Todos quisieron ir a rescatar su cuerpo. No pudieron. Hoy su tumba no está identificada.

En tanto, las bajas del S.A.S registraron, según la B.B.C, 33 bajas, comprendiendo también muertos y heridos. Pero tenemos también el testimonio de Andrés Ferrero, que cuando fue apresado en Saint Edmond escuchó a un inglés narrando el sangriento choque de Comandos, donde relataba que los ingleses tuvieron 18 muertos en el acto, y otras como consecuencia de las heridas. Y agregaba que había sido un combate encarnizadísimo y que pensaron que se habían enfrentado con un Regimiento completo de nuestra línea.
Es nuestro compromiso como argentinos rendir honor a éstos, quienes fueron fieles pilares de nuestra independencia y quienes supieron mantenerse a la altura de los acontecimientos en momentos tan difíciles.

Desde éstas humildes líneas rindo homenaje a los caídos y a sus familias, y hago mías las palabras del oficial Ranieri: “¡Dios y Patria o muerte!”



Por Matías Pascual

Bibliografía:

- RUIZ MORENO, Isidoro J, Comandos en Acción. “El ejército en Malvinas”, Buenos Aires, Emecé, 1998.
- WEST, Nigel, La guerra secreta por las Malvinas, Buenos Aires, Sudamericana, 1997.
Malvinas 20 años, 20 héroes, Buenos Aires, Biblioteca Soldados, 2002.

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA


Comentarios bibliográficos




- ALBERTO GONZALEZ ARZAC: Pensamiento constitucional de Arturo Sampay, Quinqué, Buenos Aires, 2007, 182 pp.




Este libro refleja el pensamiento y obra del jurista Arturo Sampay, pensador clave en la reforma constitucional de 1949, obra del constitucionalista Dr. Alberto González Arzac, quien ha sido catedrático de Derecho Constitucional, jurista de impecables antecedentes académicos y hasta hace poco Director del Instituto de Derecho Político del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal. Preocupante es el olvido y el no reconocimiento que ha sufrido el doctor Sampay, quien debió soportar, como una carga el hecho de ser el sublime arquitecto de la "Constitución Justicialista" de 1949, derogada por un bando de la llamada "Revolución Libertadora". Los avatares políticos de nuestra realidad lo llevaron desde la cumbre de su obra jurídica-constitucional a un prolongado exilio tras el establecimiento del gobierno de facto en 1955. A 30 años del fallecimiento de Sampay, un 14 de febrero de 1977, esta obra constituye un homenaje al talentoso jurista entrerriano, maestro de la ciencia política y el derecho constitucional. González Arzac, discípulo de Sampay, quien es uno de los grandes pensadores políticos argentinos junto al tucumano Juan Bautista Alberdi, inspirador de la Constitución de 1853. Alberdi dio preeminencia a la libertad, concebida como motor del progreso y Sampay a la justicia entendida como pauta axiológica del bien común para el que las libertades formales no son garantía suficiente. Fue Alberdi arquetipo del pensamiento político liberal del siglo XIX y Sampay del pensamiento político social del siglo XX. Este libro contiene datos biográficos del homenajeado, su adhesión al yrigoyenismo, ingreso al peronismo, su labor en la Convención Constituyente de 1949, su desempeño en la cátedra, el destierro y regreso al país. Asimismo se transcribe el texto de la Constitución de 1949, sus notas e informe de la comisión reformadora. En el informe de la Comisión se destaca el discurso pronunciado por Sampay el 8 de marzo de 1949, donde critica al liberalismo imperante en la Constitución de 1853: "Yo no me ocuparé en poner de relieve los errores de esta concepción política, que tuvo efectos que produjeron una penosa realidad sociológica –la concentración de la riqueza en pocas manos y su conversión en un instrumento de dominio y de explotación del hombre por el hombre-, y que, mientras algunas potencias extranjeras proclamaban al exterior la libertad económica para servirse de ella en su política de imperialismo y de monopolios mercantiles, nos llevaron a los argentinos, en aras de ese esquema utópico, con toda buena fe- pues la generación liberal del 53 estaba constituida por doctores de una ideología, y no por servidores de una plutocracia –a poner en manos ajenas el usufructo de nuestras riquezas y hasta el control internacional de nuestros ríos interiores. Por lo demás, quienes trabajan con realidades históricas –único modo de crear formas de vida política, como nos proponemos- no han menester, para persuadirse, de más demostración que las consecuencias de esos yerros; y yo no puedo detenerme aquí con los ideólogos imbuidos todavía de las doctrinas del siglo pasado, que no ven esta realidad, porque es inútil discutir con ciegos sobre colores". En fin un libro muy útil para los estudiosos y juristas que quieran introducirse en la vida y obra de este ilustre constitucionalista cuyo aporte no se enseña en las Facultades de Derecho.


Prof. Sandro Olaza Pallero






- AZPIRI MUÑOZ, JOSE LUIS (H): Soledad de mis pesares. Crónica de un despojo, Buenos Aires, Corporación del Sur, 2007, 269 pp.




Estamos en presencia de un libro trascendente, porque trasciende el orden vulgar de los trabajos escritos en orden a este tema. Trasciende no solamente de aquellos que surgen de la colonización mental y pedagógica, que, aunque en declinación nos han avergonzado, sino que trasciende el nivel de los trabajos de aquellos que han hecho una discreta y hasta correcta interpretación de la guerra de las Malvinas. El autor delata una cultura universal y nacional en donde asienta sus análisis; delata un manejo idiomático y literario nada común en los jóvenes escritores contemporáneos de cualquier género, en el que alterna la cita erudita con esa mordacidad a la que nos tiene acostumbrado el autor, quizá refugio al que recurren los que truecan el dolor de una Patria invertebrada con la causticidad de una réplica irónica. En fin, estamos en presencia de un libro cuyo autor exhibe talento, cultura y una generosa y actualizada información documentada, ponderaciones que no siempre corren juntas. Ahora bien, no es sólo un tema que se aborda sino varios que sutilmente se hermanan, se permean, se capilarizan sinérgicamente. Sin embargo. Se advierten tres ejes vertebrales: uno, el de las relaciones entre la Argentina y Gran Bretaña desde el siglo XVII hasta el siglo XX; la historia específica de las Malvinas y sus vicisitudes, eje central, y el análisis de la globalización. En el primero el autor recuerda que nuestro continente ha sido asediado por la piratería inglesa con acuerdo o consentimiento de la corona inglesa. Desfilan el famoso pirata Cavendish, los Drake, Hawking, Mansfield, Morgan Raleigt y otros y, fundamentalmente, el intento de mayor envergadura para la toma del Río de la Plata, piratería luso británica derrotada frente a Colonia de Sacramento por el entonces gobernador don Pedro de Cevallos. Luego las dos invasiones inglesas de 1806 y 1807 y no como una aventura inconsulta y alocada de Popham y Beresford sino como una operación diseñada para tomar colonialmente estas regiones.Eso de que Popham y Beresford procedieron sin autorización del Almirantazgo, es considerado por Pepe Muñoz Azpiri como "una beatería inventada por el Foreing Office para consumo elemental de las escuelas del Reino Unido y de la República Argentina". Así como hubo sectores de la población americana y particularmente rioplatense que estaban dispuestos a recibirlos y ponerse a su servicio, como lo señala el autor. Recuérdese la liberación de Beresford y Pack que, prisioneros, iban confinados a Catamarca y fueron liberados por Saturnino Rodríguez Peña y Aniceto Padilla, llevándonos de regreso a sus buques invasores. Y acá se ven perfectamente los tres factores que permanentemente se enfrentan en la historia argentina: el factor externo que se proyecta sobre el país no con fines filantrópicos, el pueblo que se defiende con lo que tiene, eligiendo o apareciendo los jefes que en esa eventualidad luchan por la Nación, y finalmente el tercer factor, sectores minoritarios pero poderosos económica, social y culturalmente que juegan de espaldas al porvenir argentino. Luego de las invasiones inglesas de aquellos años de invierno, vino la usurpación de las Malvinas en enero de 1833, precedida por la salvaje incursión norteamericana de la "Lexington". Para proseguir después con las intervenciones colonialistas francobritánicas que produjeron la heroica respuesta de la Vuelta de Obligado y Punta del Quebracho, y así suma y sigue. Pero la historia liberal primero y ahora la llamada "Progre" nos siguen trampeando y silencian o distorsionan la historia para encubrir sus complicidades. En los textos escolares de la actualidad, cuando se refieren a las agresiones imperialistas del siglo XIX, la ocultan y en un solo capítulo con el nombre de "Conflictos de la época de Rosas" entre 1838 y 1840, aluden indistintamente al "Pronunciamiento de Berón de Astrada", a la "Campaña del ejército libertador de Lavalle", a "El levantamiento de los estancieros del sur" y el de Maza, conjuntamente con la agresión imperialista de Francia que también denominan conflicto, poniendo en un mismo nivel valorativo todas éstas circunstancias históricas, cuando es advertible que el factor determinante de estos hechos fue la guerra con Francia que alentó los demás hechos históricos. De esta manera, falsificando las valoraciones axiológicas de los hechos se adultera la historia. De la misma manera en los manuales actuales en uso en las escuelas, en el capítulo correspondiente, en vez de denominar "Recuperación de las Malvinas", encolumnan la explicación con el título de "La guerra de las Malvinas" y luego agregan que dicha guerra fue originada por un vaso más de Whisky tomado por Galtieri. El liberalismo y ahora el "progresismo" nos han trampeado y nos siguen trampeando. El segundo eje, el central, en el que pivotean los demás es el de Malvinas y su problemática: las tesis de sus descubrimientos y explicando la verdadera. La fundamentación histórica, geográfica y política de nuestra potestad. La información ecológica y antropológica. La nómina completa de los gobernadores rioplatenses que se sucedieron a partir de 1767 hasta la usurpación. No olvida – gratitud de buen argentino – la osadía de aquel aviador llamado Miguel Fitz Gerald, que, en 1964 son un rústico avión "Pipper" aterrizó en Malvinas y desplegó la bandera argentina y dos años después el corajudo gesto de los integrantes del "Operativo Cóndor" conducido por Dardo Cabo y Giovenco que el gobierno de Onganía en vez de condecorarlos los puso en la cárcel (9 meses algunos y tres años a Cabo. Giovenco y Rodríguez). Seguidamente el autor se anima a ir a las cloacas y abrir las esclusas en donde sale el olor nauseabundo de la Desmalvinización democrática y de las deposiciones descompuestas de Halperín Donghi, Palermo y Escudé. Confieso que quien escribe este comentario no lo hubiera podido hacer: La náusea no me lo hubiera permitido. El tercer eje es la globalización, y siempre relacionado con el tema central. No me resisto a la tentación de transcribirlo literalmente por la impecable precisión de sus conceptos. Al respecto dice nuestro autor: "La globalización no es más que la mundialización del capitalismo y está gobernada no por las culturas ilustradas de los países centrales, como antaño, sino por la cultura de masas y la publicidad y presentan el "american way of life" como su más acabado modelo. Hoy nos invaden con basura, mercadería berreta, objetos fetichizados y dioses subalternos". O esta expresión antológica por su cruel verismo: "La Argentina vive una lobotomía generalizada merced al estiércol que vomita cotidianamente la dimensión mediática: el fútbol elevado a la categoría de patología colectiva; la degradación del idioma, la totemización de deportistas, seudoperiodistas y vendedores de panchos transfigurados en políticos o empresarios, debates de oligofrénicos sobre las virtudes del onanismo, la biografía de la corista de turno, las cualidades vocales del reciente "bailantero". Ante este patibulario pero no incierto escenario, nosotros sabemos que los pueblos no se suicidan tan fácilmente; o reaccionan lentamente o hacen tronar el escarmiento, como de alguna manera lo sugiere Muñoz Azpiri en este excepcional trabajo de lectura obligatoria: "...como demostró Malvinas, la historia genera imponderables, mantiene delicados equilibrios y depara sorpresas." Y nosotros, por si fuera necesario, afirmamos que Malvinas serán argentinas por la fuerza de la diplomacia o por la fuerza de algún nuevo Exocet.

Profesor Jorge Sulé

JOSE LUIS TORRES Y EL IMPERIALISMO

JOSE LUIS TORRES Y EL IMPERIALISMO

Por Alberto Buela.

Hace unos meses, más precisamente el miércoles 2 de mayo tuvimos la ocasión de brindar el primer homenaje a José Luis Torres (1901-1965) a 42 años de fallecido. Y lo hicimos en el marco del “Ciclo de Pensadores Nacionales” que organizó los Jóvenes Revisionistas del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas, en un acto oficial, con motivo de la instalación de un cuadro que donamos con la única fotografía que existe sobre el mencionado autor y que me regalara su segunda esposa Brígida Sal hace más de treinta años.
El primer homenaje en 42 años muestra la conspiración del silencio que hubo para con él, quiere decir que algún tentáculo le cortó a la “hidra internacional”, según gustaba decir. Es por ello que Jauretche pudo escribir a su muerte: “Ningún periódico argentino quiso recoger su necrológica pero este silencio que ha habido para su muerte, prueba simplemente que murió en su ley”.
Dado que sobre Torres tenemos varios trabajos ya sobre su vida y su obra publicados en diferentes ocasiones, decidimos detenernos ahora a investigar la idea de imperialismo-antiiperialismo en el pensador tucumano, idea de la que nos sentimos herederos del viejo ensayista y periodista, porque formamos parte de esa tradición de pensamiento.
Si seguimos el hilo conductor de la categoría de imperialismo a través de sus siete libros publicados desde Algunas maneras de vender la patria (1940) pasando por Los perduellis (1943), La Década Infame (1945), La Patria y su Destino (1947), Seis Años después (1949), Nos acechan desde Bolivia (1952) hasta terminar en La Oligarquía Maléfica (1953) vemos que en Torres se va desplegando la idea de imperialismo en sus distintas facetas o matices: 1) En su manejo interno de la economía nacional con la creación del Banco Central desde Inglaterra. 2) En su manejo de la política internacional con la firmas de las Actas de Chapultepec y la Carta de las Naciones Unidas. 3) En el sostenimiento de grupos de poder nacionales a su servicio (los cipayos), como los grupos Bemberg o Bunge y Born. 4) Los negociados en detrimento de la soberanía nacional y en función del imperialismo del dinero como los del Palomar, la CADE, la Corporación de Transportes, la Conversión de la deuda pública de la provincia de Buenos Aires. 5) La forma de operar de los distintos grupos financieros internacionales Morgan, Deterding, Gugenhein, Mellen, Kripp, Mitsui Okura, Wendel, Warburg, Lazare, Khun & Loeb.
El estudio pormenorizado de estas diferentes manifestaciones o aspectos del imperialismo le permiten concluir en su obra más lograda y de mayor despliegue intelectual “Nos acechan desde Bolivia”, escrita para denunciar la intervención de la ONU, como organismo clave de dominación mundial, para invalidar las elecciones del 6 de mayo de 1951, que otorgaron en Bolivia el triunfo al Movimiento Nacionalista Revolucionario.
Torres y con él todo lo que fue “el nacionalismo antiimperialista hispanoamericano” compuesto en la época por pensadores como Scalabrini Ortiz, Ramón Doll, Carlos Montenegro (Bolivia), Gonzalo Zaldumbide (Ecuador), Julio Ycaza Tigerino (Nicaragua), pensaron a la nación como una realidad anterior al Estado; y al imperialismo como un poder compuesto por distintas facetas y corrientes ideológicas para la instauración de un gobierno mundial.
Años después, Perón va a caracterizar al imperialismo como “sinarquía internacional” y así afirmará: “El problema es liberar el país para seguir libres. Es decir, que nosotros debemos enfrentar a la sinarquía internacional manejada desde las Naciones Unidas, donde están el comunismo, el capitalismo, la masonería, el sionismo y la Iglesia católica- que también cuando le pagan entra -. Todas estas fuerzas que tienen miles de colaterales en el mundo son las que empiezan a actuar”.
Es interesante notar como en Iberoamérica luego del triunfo de la revolución cubana, el marxismo se apodera del monopolio del antiimperialismo al menos en su aspecto mediático y propagandístico, mientras que el nacionalismo se refugia más bien en la batalla por la restauración cultural de nuestros pueblos. Triunfa así la versión marxista del imperialismo como etapa superior del capitalismo, la del imperialismo como una categoría universal plasmado en una sola nación: los Estados Unidos. Se abandona la idea del nacionalismo hispanoamericano del imperialismo como un “internacionalismo situado”, el imperialismo con pelos y señales, donde, si bien existe una primacía indudable de la banca, convergen regímenes comunistas, liberales y dictatoriales. Lamentablemente esta primacía del marxismo sobre el nacionalismo hispanoamericano existe, incluso a pesar de que éste se adelantó en el tiempo con las denuncias pormenorizadas que realizaron Torres y los autores mencionados, y a pesar de la firme, decidida y clara definición de Perón del imperialismo como sinarquía. A pesar de todo ello el peronismo, o mejor aún, los peronistas vergonzantes que hacen de ideólogos, buscan en el movimiento de FORJA el semental ideológico del peronismo. Olvidando, desconociendo o tergiversando la verdad indudable que el peronismo como nacionalismo antiimperialista de carácter hispanoamericano tiene su fuente en dicho nacionalismo.
FORJA, como su nombre lo indica (Fuerza de orientación radical de la joven argentina) y sin desmedro de todos sus méritos, que los tiene y muchos, fue un movimiento de carácter radical con todas las taras modernas que tuvo y tiene el radicalismo argentino (una especie de socialdemocracia criolla). Así sus mejores autores, como el mencionado Jauretche o García Mellid (hay que decirlo una vez más, Raúl Scalabrini Ortiz no formó parte de FORJA –en su etapa radical- pues él no lo era, sino nacionalista antiimperialista) tienen una visión y versión del imperialismo como potencia de dominación capitalista, y por lo tanto, afin al marxismo como consecuencia de sus orígenes socialdemocráticos o radicales.
Debemos observar además que tanto el marxismo, como el socialismo y sus variantes socialdemócrata o socialcristiana han despreciado y minusvalorado la idea del imperialismo como sinarquía o como gobierno mundial, utilizando una astucia de la razón, diría Hegel, como lo fue la teoría del complot. Esta teoría, “á la limite”, generada desde los propios centros internacionales de poder, en este caso actuando como “productores de sentido”, sostiene la virginal e ingenua afirmación que en la historia no existe el complot, como conciliación de intereses de las partes (los diferentes “lobbies”) para dominar o derrocar a un enemigo. Así para ellos la conocida sentencia de Benjamín Disraeli, ministro de Inglaterra de 1868 a 1881 en su novela Coningsby: “El mundo está manejado por otros personajes que no imaginan aquellos cuya mirada no llega hasta detrás de los bastidores”, es un juicio literario y no una realidad politológica.
Pero unos son los caminos de los intelectuales y otro el de las realidades políticas y así hoy este nacionalismo antiimperialista hispanoamericano ve a través de los bastidores con los ojos del boliviano Andrés Solíz Rada el imperialismo en la petroleras Repsol y Petrobras, nosotros lo vemos en los grupos financieros agropecuarios Eltzain y Grobocopatel, Jorge Báez Roa desde Paraguay en el grupo de Energía Mindlin, etc, y así podemos seguir poniendo casos de cada uno de nuestros países americanos.
Desde la implosión de la Unión Soviética a principio de los 90, momento a partir del cual los marxistas quedan “perdidos como turco en la neblina”, toma nuevamente la palabra el nacionalismo antiimperialista de carácter hispanoamericano con su teoría del imperialismo como un poder compuesto por distintas facetas y corrientes ideológicas que actúa como un gobierno mundial, donde la economía está controlada en su aspecto financiero por el Banco Mundial y su aspecto comercial por la OMC, su parlamento es el foro de Davos, su poder ejecutivo el Grupo de los 8 (conocido como G 8) y, su ejército el de la OTAN. Así este nacionalismo, para el cual la nación en América es una realidad histórica y social anterior al Estado, este nacionalismo que tiende a identificarse con la idea de nación-pueblo y no Estado-nación según el “chliché” europeo, es el que posee no solo los mejores niveles de análisis politológicos sino quien se aproxima más a la verdad de lo que es el imperialismo. Y esto explica porque en nuestro país la denuncia antiimperialista más profunda, fundada y contundente de los últimos 30 años la realizó otro tucumano, Alejandro Olmos (1924-2000), coincidentemente el más destacado discípulo de Pepe Torres, cuando denunció el fraude de la deuda externa Argentina. Es que la teoría acerca del imperialismo del nacionalismo hispanoamericano, y el peronismo es su forma ejemplar, no se agota en la metodología de denuncia de la que tanto Torres, Scalabrini, Doll, Olmos fueron maestros consumados, sino que ellos en tanto pensadores lograron unir en forma sustancial e indivisible, algo que el marxismo nunca pudo hacer, el nacionalismo y el antiimperialismo. Y en esto se destacó sobre todo Perón como el gran ejecutor.
Entendemos que esta breve meditación sobre un tema tan principal como la idea de imperialismo para el nacionalismo hispanoamericano podría servir como disparador para desarrollos y estudios futuros sobre un visión y versión dejada de lado por los estudiosos contemporáneos del tema.

Bibliografía:

- JAURETCHE, Arturo, Palabra Argentina, Bs.As., 5-11-1965.
- TORRES, José Luis, El fiscal de la década infame, Buenos Aires, Marcos, 1975.
- BUELA, Alberto, La sinarquía y lo nacional (apéndice sobre José Luis Torres, Buenos Aires, Cultura et Labor, 1983.
- La Razón, Buenos Aires, 4/7/72.