18 de junio de 2011

ASUMIO EL DR. GONZALEZ ARZAC LA PRESIDENCIA DEL INSTITUTO NACIONAL "JUAN MANUEL DE ROSAS"

Autoridades de Jóvenes Revisionistas con el flamante presidente del Instituto Rosas: Diego Mazzella (Secretario de Relaciones Institucionales de JR), Dr. Alberto González Arzac, Gabriel Turone (Presidente de JR) y Paula Garibotto (Vocal Suplente de JR).


El viernes 17 de junio, en horas de la tarde-noche, asumió formalmente la presidencia del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas” el doctor Alberto González Arzac, hombre de probada trayectoria en la corriente historiográfica del revisionismo histórico y en lo que al mundo de las leyes se refiere.

La reunión tuvo lugar en las instalaciones del nombrado organismo a las 18 horas, y se prolongó hasta una hora y media más tarde, aproximadamente, luego de que hicieran uso de la palabra el saliente presidente, Dr. Alberto Gelly Cantilo, y su sucesor, González Arzac. Entre los asistentes podemos nombrar al escritor Pacho O’Donnell, los académicos Enrique Manson, Gutiérrez Walker y José Luis Muñoz Azpiri, el secretario del instituto, Oscar Denovi, Pablo Hernández (de la editorial “Fabro”), etc., etc. También han asistido compañeros de Jóvenes Revisionistas, como ser su presidente, Gabriel Turone, el secretario de Relaciones Institucionales, Diego Mazzella, Paula Garibotto y Damián Oviedo (ambos vocales), y María del Carmen Amud, nueva responsable del Archivo de Audio y Video “Roberto Rimoldi Fraga” que funciona en el lugar.

LAS PALABRAS DE GELLY CANTILO Y GONZALEZ ARZAC

Al tomar la palabra Alberto Gelly Cantilo, comenzó resumiendo los orígenes del revisionismo histórico, con aquella actitud osada, para su tiempo, que tuvo Adolfo Saldías para interiorizarse en los acontecimientos históricos del período de Rosas, viajar a Inglaterra y traer consigo una obra en la que ponía al descubierto lo que en Argentina se venía ocultando con alevosía por su mentor político, Bartolomé Mitre, quien llegó a discutirle severamente a Saldías el haber rastreado los tiempos del Restaurador con documentos y notas oficiales que le había cedido Manuelita Rosas y Terrero.
Un momento de la reunión celebrada el día de ayer en el Instituto Rosas. Alberto Gelly Cantilo y Alberto González Arzac se dirigen al público que colmaron la Sala de Conferencias del organismo.


Después se dedicó a hablar sobre la ‘institucionalización’ de lo que aquellos primeros revisionistas habían comenzado a redescubrir, poniendo especial atención en la fundación, en 1938, del Instituto de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”, y con ello la labor cumplida por los distintos presidentes que el mismo tuvo a lo largo de su rica permanencia en el tiempo.

Respecto del nuevo presidente de la entidad, Gelly Cantilo elogió el rol que cumplió cuando el Instituto Rosas estuvo a punto de desfinanciarse a través del Estado Nacional por una maniobra cometida por la Secretaría de Cultura del gobierno de la ALIANZA (1999-2001). Entonces, “González Arzac logró que el expediente fuera a la Corte Suprema de Justicia, logrando una ley que ratificaba al Rosas como Instituto Nacional”, dijo Gelly Cantilo.

No será la primera vez que Alberto González Arzac ocupe la presidencia del instituto, ya que lo fue durante el año 2002, luego de la hecatombe que se sucedió en el país con el abrupto final del gobierno de la ALIANZA. Después, se retiró de dicha función para dedicarse a sus labores profesionales.

Se hizo hincapié en que González Arzac “es uno de los hombres más preparados en el revisionismo histórico”, de acuerdo a lo dicho por Gelly Cantilo, quien enseguida punteó algunos datos biográficos de aquél.

Alberto González Arzac es marplatense e hijo de un destacado jefe de la Marina de Guerra, que estudió en la Universidad de La Plata, donde se recibió de abogado. Entre otros importantes cargos, fue Inspector General de Justicia, ejerce como abogado constitucionalista y en 1990 presidió la Comisión para la Recuperación Ética del Estado. En lo que hace al organismo que va a presidir de aquí al 2013, González Arzac ocupa el sillón “Pedro De Ángelis”. Posee numerosos méritos académicos y “es una gran personalidad”, de acuerdo al actual Vicepresidente 1° del Rosas, Alberto Gelly Cantilo. Tiene numerosas obras publicadas sobre el revisionismo histórico.

Más tarde, tocó el turno a la flamante máxima autoridad del Rosas. Su plática fue corta pero precisa, donde esbozó su compromiso para con la batalla cultural que ha dado la revisión de la historia patria desde finales del siglo XIX al presente, y en la que dio algunos lineamientos de cómo será su manera de trabajar en esta nueva etapa que se inicia en la institución.

“Esta institución –dijo González Arzac- fue terminando con aquello que Ernesto Palacio tituló como ‘historia falsificada’”. Manifestó que el organismo ha tenido una “trayectoria clara que tuvo sus riesgos, sus complicaciones. Muchos de sus miembros hasta conocieron el exilio y hasta la discriminación”.

En alusión a su intervención en tiempos en que peligró, el Rosas, de ser considerado un Instituto Nacional, dijo que “hasta un presidente de la Nación (por de la Rúa), a nosotros que somos de una institución nacional, nos quiso desnacionalizar”. Sin lugar a dudas, fue ésta una maniobra más por la que tuvo que pasar una de las entidades fundamentales del revisionismo histórico local para sobrevivir e irradiar su prédica.


Bastante público asistió a la asunción de Alberto González Arzac. Una nueva etapa comienza.



Asimismo, Alberto González Arzac llamó a emprender el camino trazado en 1938, el de la lucha permanente por el esclarecimiento del devenir socio-político argentino sin reparar en banderías políticas de ningún tipo. Puso como ejemplo, lo que ha hecho la administración menemista cuando en 1989 repatrió los restos de Rosas al país o, más próximo en el tiempo, el kirchnerismo cuando puso al 20 de Noviembre, día de la batalla de Vuelta de Obligado, como Feriado Nacional.

Su último mensaje fue claro, y sigue la tesitura de lo dicho anteriormente: “Voy a necesitar de todos, sin discusiones (…) Tenemos mucho que hacer y los voy a necesitar”.

Con aplausos y felicitaciones por doquier, finalizaba el traspaso de una administración a otra. La Comisión Directiva de Jóvenes Revisionistas le desea al doctor González Arzac que tenga una excelente presidencia, y le hacemos llegar nuestra más decidida colaboración para contribuir al mejoramiento del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas” y para cumplir con un apotegma que, creemos, es de todos los argentinos bien nacidos: dar la batalla cultural por la reivindicación de nuestros valores y tradiciones hispánico-criollas.


Comisión Directiva

JOVENES REVISIONISTAS

13 de junio de 2011

CABALLOS Y POSTILLONES EN LA VIEJA POSTA DE LUJAN (DOCUMENTO)



Que las postas fronterizas han cumplido un extraordinario rol para las comunicaciones y el comercio entre la metrópolis y los pueblos de campaña de la provincia de Buenos Aires, sea durante la etapa colonial como en la época de Rosas, nadie puede cuestionarlo a esta altura de los hechos.

Las tropillas de nuestros caudillos y peones surcaron aquellos mojones de la patria que parecían perdidos en la inmensidad de lo desconocido. Las postas han sido otra de nuestras instituciones predilectas, olvidadas por el arrasamiento de la modernidad gris que todo lo homogeneiza. Todavía se conservan postas-pulperías donde la paisanada degustaba una “giniebra” para luego seguir por las huellas de la llanura bonaerense, santafecina o del sur de la provincia de Córdoba.

El trazado donde con posterioridad se erigieron las postas más antiguas, data del año 1585, por obra y gracia de los generales Alonso de la Cámara y Juan de Mitre. Sobre ese trayecto futurista se levantaron aquellos lugares fantásticos que unirían, hacia 1748, las ciudades de Buenos Aires con los territorios del Tucumán. Las fronteras –y las postas- se extendieron hacia el sur argentino hasta la conclusión de la Campaña del Desierto del general Julio Argentino Roca, promediando 1882/1883.

DIGNIDAD Y RENUNCIA DE UN MAESTRO DE POSTA





Un documento encontrado en el Archivo General de la Nación, nos da una estupenda visión de los gastos que insumían las postas bonaerenses durante el primer gobierno de Juan Manuel de Rosas. Don Agustín Gamboa no ceja en brindar un servicio lo más digno posible a costa de su penuria material, lo cual motiva la renuncia indeclinable. La posta continúa brindando una función primordial, pero Gamboa queda en la miseria, y no se queja porque las instituciones camperas debían primar por sobre los hombres. La carta es de 1830, está llena de gauchesca sinceridad y dice así:


“Señor Administrador General de Correos

Don Agustín Gamboa, Maestro de la Posta de la villa de Luján con el debido respeto, y como haya lugar, me presento ante su justificación, y digo: Que a pesar de los más grandes esfuerzos, que he puesto en ejecución, para poder conservarme en el servicio de la Posta; no he conseguido otra cosa que irme arruinando a la par de los esfuerzos que hacía. Cuanto he adquirido por otros medios, lo he invertido en compras de caballadas para el mejor desempeño de las atenciones de la Posta y de una manera que el público estuviese bien servido. Con notable perjuicio de mis intereses he procurado siempre con preferencias, el más puntual servicio de la Posta, y solamente con este sacrificio, habría podido conservarla.

Los cuarenta y nueve caballos que se me dieron casi inútiles, y más de 30 que compré, con el continuo (…) que hay de esta especie, sin que valga a contenerlo la más exquisita vigilancia y con el mucho y asiduo trabajo de la Posta, han quedado reducidos como al número de Veinte, e inservibles.

A esto se agrega lo subido de los salarios de los Peones que cuidan los caballos, de los Postillones y la manutención de ellos. En estas fuertes, convincentes y poderosísimas razones, es que fundo la renuncia que hago de la referida Posta, sin tener y a como servirla ni ocho días. En esta virtud

A Usted pido y suplico se sirva admitirme la renuncia que hago de la mencionada posta por las razones expresadas.=

Agustín Gamboa.


Está conforme

Eduardo Lahitte (firma).”



Fuente: Archivo General de la Nación, Sala X, 23.9.1., Legajo 1768, Documento 304. Secretaría de Rosas.