29 de abril de 2008

CICLO DE PENSADORES NACIONALES: "FERMIN CHAVEZ, EL MAESTRO DEL REVISIONISMO"

INSTITUTO JUAN MANUEL DE ROSAS



CONFERENCIA ORGANIZADA POR LOS JOVENES REVISIONISTAS



CICLO DE PENSADORES NACIONALES



FERMIN CHAVEZ, EL MAESTRO DEL REVISIONISMO
Por el Profesor Jorge Sulé.
(23/5/07)




Para empezar a hablar del querido amigo y compañero de Fermín Chávez quisiera comentar una anécdota. En el archivo histórico de la Nación en la Secretaria de Rosas, en la sala X del piso 4, Ud pide un legajo y en el primer papel consta la nómina de los investigadores que metieron las narices en ese legajo, así que Ud sabe quienes son los que han hurgado en el documento original. En muchos, por no decir en la casi totalidad de ellos, se encuentra inscripto el nombre de Fermín. Lo que da cuenta que Fermín Chávez fue un gran investigador de nuestra historia, pero además, fue un militante político con una gran pasión por la política, pero también fue un gran poeta, hubiera vivido de la poesía si sólo se hubiera dedicado a ella, pero como si fuera poco, ilustraba sus textos, era un gran dibujante y pintaba. De tal manera que Uds se imaginarán que abarcar en su totalidad la personalidad y la trayectoria de Fermín Chávez no es tarea fácil, pero intentaremos un acercamiento a él, comentando algunas de sus obras, no todas, ya que hablamos de un autor que tiene más de 50 libros y que fue militante político y que tuvo una formación filosófica y teológica muy sólida. Se trata de una personalidad multifacética, pero al mismo tiempo de una gran persona desde el punto de vista humano por su humildad, por su forma de ser. Quien ha sido su amigo personal, honrándose con su amistad, quien ha podido incorporarse a su intimidad hogareño, quien ha caminado las calles, quien ha compartido emprendimientos historiográficos serios con Fermín, como quien esta hablando, y quizás por eso, los Jóvenes Revisionistas del Instituto me ofrecieron explayarme sobre Fermín. Pero quiero destacar lo difícil que resulta por la complejidad de su obra, por la complejidad de su trayectoria y personalidad, por la cantidad de libros que produjo Fermín.
Brevemente, unas reseñas biográficas.
Fermín nació en Entre Ríos, en 1924, en una localidad que se llama El Pueblito, cerca de Nogoyá. De padres criollísimos, que lo bautizaron con el nombre de Benito Chávez, que después e generalizo como Fermín, e hizo sus estudios en un colegio apostólico de los dominicos y fue seminarista. Es decir que uno puede presumir que tiene una sólida formación filosófica y teológica o por lo menos sale ya con una formación importante. Incluso Fermín vistió el hábito de los dominicos durante un tiempo hasta que después se fue dedicando a la poesía. Quizás sea justamente la poesía sus primeras expresiones literarias. Pero hablando de él y de su formación diremos que completó sus estudios de filosofía en Buenos Aires, y de humanidades en Córdoba y tuvo como profesores y fue discípulo de nada menos que de Rodolfo Mondolfo y de Nimio de Anquín; fue discípulo de estos dos grandes filósofos de la época. Sus primeras expresiones, como decíamos fueron poesías. Uno de los poemas se llama "Como una antigua queja", y otro "Una provincia al este", todas referidas a su localidad, a su región. Siempre Fermín decía algo parecido a lo siguiente: Que siempre la cultura sigue los mismos caminos de la inteligencia, va de lo simple a lo compuesto. Hay q tener la humildad de sabernos consternar frente al yuyo de nuestras praderas, frente al risco de nuestras montañas, frente a las vicisitudes de nuestro pueblo, antes de tener la soberbia de levantar la vista y de tratar de abarcar las complejidades cosmológicas universales. Hay que ir de lo simple a lo compuesto. Esto decía Fermín. Y en consecuencia, empezaba sus poemas referidos a su patria chica, Entre Ríos, y pudo haber sido un gran poeta pero se encontró con el revisionismo histórico. Pero retomando, en materia literaria Fermín tuvo una gran producción, yo recuerdo en 1952 una obra que se dio en el teatro de Enrique Santos Discépolo, que se llamaba "Un árbol para subir al cielo", cuya actriz era Lola Membrides, que estuvo en cartelera mucho tiempo, con una gran repercusión; esta es sólo una mención de las varias obras que escribió Fermín desde el punto de vista literario. Esto fue en 1952, y nosotros éramos muy jóvenes, tendríamos 22 años.
Yo lo encuentro en 1956 a Fermín Chávez; pero lo encuentro en un libro, estabamos en la Resistencia Peronista y les pido perdón por mi discreción política, ya que no soy amigo de meterme en este campo, pero al hablar de Fermín Chávez, de nuestras correrías y amistad, tengo que incursionar por este terreno.
Como decía lo encontré a través de un gran libro, que para nosotros fue una tabla de salvación intelectual. ¿Quién era este señor, escritor de este libro? Me refiero al libro de 1956, Civilización y barbarie en la cultura argentina. Eran momentos de la Resistencia, que fue una resistencia civil, que pegaba afiches en las paredes, que hacía huelgas, que tomábamos fábricas, que nos reuníamos para discutir temas de ideología, que le poníamos "miguelitos" a los carros de la policía, pero que de ninguna manera era la resistencia militarizada que vino al final de la década del 60. No era esa resistencia. Nosotros cuando veíamos a esos chicos que venían engominados y bien puestos y bien trajeados no nos gustaba nada. Nuestra resistencia era civil y no militarizada. No era una actitud de soberbia militarizada sino una resistencia política civil acentuada. Poníamos el acento en lo doctrinario, en las cuestiones de interpretación de la historia argentina, del país, de su problemática, y al regreso de Perón. No se nos ocurría de ningún modo, ni se nos pasaba por la cabeza tirarle un tiro a un agente de policía por el sólo hecho de ser un uniformado, en cambio estos pibes a los que me refiero sí. Por eso hago yo, esta diferenciación de las “dos resistencias”.
En esta época encontré yo el libro mencionado, en un momento en que el peronismo estaba en dispersión. Nos aferramos a él como una tabla de salvación intelectual y que fue una respuesta a Martínez Estrada en el libro "Radiografía de la pampa", donde Martínez Estrada explica el Martín Fierro a través de Freud y de Kafka, cuando el Martín Fierro se explica sólo, a través José Hernández y de la propia vida de José Hernández. Y esta es una refutación en general a ese trabajo y especialmente a la falacia sarmientina de civilización y barbarie. Esa falacia donde civilización es lo de afuera y la barbarie es lo de adentro. Esto desde la época de Cicerón, de Séneca, de todos los que abordaron la política y filosofía clásica, esto es al revés. Para la literatura clásica "la civitas" era lo de adentro y la barbarie lo extranjero, y Sarmiento revirtió este proceso y lo hizo al revés. Además este enfundio entrampó a muchas generaciones de argentinos que no interpretaron la política ni la historia en donde las rebeldías naturales y lógicas de los jóvenes se vieron ante este equivoco y fracasaron, muchas generaciones de universitarios fracasaron ante este equivoco. Es entonces en este libro donde Fermín habla de lo que realmente es la civilización y la barbarie. Aquí desarrolla dos conceptos de lo que es la civilización. Uno es un cierto grado de desarrollo material en la historia de los pueblos; y el otro concepto es: Un cierto grado de perfeccionamiento moral entre los hombres y la armonía entre los hombres y el medio en que lo habita. Por supuesto que Fermín asume el segundo concepto y yo también, porque no siempre el desarrollo material presupone un desarrollo moral de relaciones entre los hombres ni muchos menos. Al respecto, una vez a Manuel Gálvez le preguntaron: Vio Estados Unidos y Nueva York los edificios de 40 y 50 pisos? Y Gálvez dijo, sí que gran progreso ese país; para después hacer esta reflexión: La estatura moral de este pueblo estará en consonancia con estos 40 0 50 pisos de que Uds me hablan?, y zorramente dejo la inquietud deslizada. Bueno, entonces Fermín hace esta distinción en el concepto de civilización, en este libro Civilización y barbarie, que es un libro estupendo; y ahí lo encontramos a Fermín, y después lo encontramos personalmente.
El otro gran libro que me atrevo a comentarles a Uds es "Historicismo e Iluminismo en la cultura argentina", un trabajo impresionante, donde explica Fermín las características del iluminismo unitario, donde explica las características políticas, económicos, sociales, filosóficas y culturales del iluminismo; y lo que es el historicismo federal en sus aspectos políticas, económicos, culturales, etc. Por ejemplo, dice Fermín: Para los iluministas la nación surge de una actitud jurídica política fundante. Es una actitud de voluntad política y no un proceso histórico. Además esta actitud política y jurídica fundante se asienta en un contrato social rodeado de derechos y garantías individuales abstractas de carácter individual y universal, al margen de las líneas que proceden del pasado. Como advertirán, este iluminismo no tiene nada que ver con el proceso histórico donde el hombre se desarrolla incluso en función de su propio desarrollo histórico, donde no están presentes las creencias, el lenguaje, el idioma, la evolución del pueblo en si mismo y el medio ambiente que se va ampliando y desarrollando, sino que es una actitud voluntariosa de tipo jurídica y política; de aquí el por qué el partido unitario se canso de hacer constituciones y reglamentos. El Estatuto Provisional de 1811, el Reglamento Orgánico de 1811 del Deán Funes, la Asamblea del año XIII también con sus disposiciones, con posterioridad el Estatuto Provisional de 1817, después el proyecto constitucional de 1819, después el proyecto constitucional de 1826; todos fracasados, porque se cree que pueden fundar la Patria a través de dictar constituciones, cuando la norma jurídica consagra un hecho, no lo crea. El hecho social es el tramado sociológico que crea la sociedad y que después remata en la norma jurídica, y no al revés que la norma jurídica hace a la Patria. La Nación esta desde que nace el primer mestizo, o desde que Juan de Garay o Francisco de Aguirre funda Santiago del Estero en 1553 en colaboración con las mancebas indias que le dan hijos, ahí ya esta naciendo la patria, después tendrá el estado jurídico, que es el gobierno, que es la independencia, después vendrán los otros elementos. Los caracteres de una nación son varios, la población, la tradición, el pueblo, las costumbres, el idioma, las creencias, etc, y no la actitud de voluntad jurídica del iluminismo, por eso este libro es importante. También se explica el pensamiento iluminista europeo, con autores como Savigny, y como fueron vaciados de los jóvenes de la generación del 37 que no supieron interpretar que esta corriente estaba hablando de la formación de Europa a través del medioevo, a través del feudalismo, de los cantares populares, etc, y acá se para en el 25 de mayo. La historia aparecía como producto del 25 de mayo en adelante olvidando el proceso anterior de colonización, mestizaje y demás factores, porque aparecía como degradante hablar de la mestización del país, hablar de que el gaucho es el fruto de la combinación del indio con el español, todo eso era tabú para muchos historiadores. Todo esto esta muy bien explicado en este trabajo, que demuestra también la cultura universal que dominaba Fermín al hacer una explicación de la filosofía del siglo XVII, XVIII y XIX en Europa, manejaba todos estos temas, y además sabía latín y griego. De sus maestros de filosofía Nimio de Anquín y Rodolfo Mondolfo, aprendió latín y griego, y allá con los dominicos en Entre Ríos, aprendió latí y griego, y hasta algunas expresiones en alemán que hay en este libro. En otro pasaje de su libro dice Fermín que el gran anti-iluminista de la historia fue Juan Manuel de Rosas, porque es producto de un proceso histórico y no una actitud voluntarista y jurídica, aunque lo consagra. El plebiscito de 1835, de hecho, es un acto jurídico y lo consagra a Rosas, como lo es también el Pacto Federal de 1831. Pero son hechos jurídicos que consagran hechos históricos que se vienen dando a través del propio prestigio de Juan Manuel de Rosas y su actuación en los medios rurales y producto de la anarquía imperante y de la balcanización del país con la pérdida de territorio argentino. Todo esto es la consecuencia hasta que aparece alguien que va a poner freno a ese proceso de disociación y mutilación que se venía operando en la Argentina. Por eso si hay un anti-iluminista encarnado es Juan Manuel de Rosas, así lo dice en el libro, y por supuesto que coincido con Fermín.
También merece destacarse un libro de historia, sobre la vida de Ricardo López Jordán. Este libro es una maravilla de erudición en donde Ud no se cansa de ver las fuentes que ha consultado Fermín Chávez, sobre un personaje como fue Ricardo López Jordán, que se supone que fue uno de los mentores del asesinato de Urquiza, es un trabajo impresionante de 7 capítulos, con 300 páginas. En el primer capítulo hay 23 citas al pie de página, 23 fuentes; el segundo tiene 80 citas al pie. Reviso el legajo de la familia Urquiza, el legajo de Urquiza en el Archivo General de la Nación, el legajo del archivo privado de la familia de Ricardo López Jordán. En el capítulo tres tiene 51 citas a pie de página, en el cuarto tiene 83 citas, en el capítulo cinco tiene 88 citas a pie de página, en el sexto 63, y en el séptimo 75; en total 463 citas al pie de página que son fuentes historiográficas de archivo y también bibliográficas. Yo les aseguro que en la actualidad que no hay ningún libro de historia que tenga la mitad de estas fuentes historiográficas. A pesar de este soberbio trabajo, todavía hay algunos que dicen que el Instituto Juan Manuel de Rosas y sus integrantes se dedicaron solamente a Rosas, parece mentira que todavía nos tengamos que aguantar esos "chubascos". Fermín se dedicó a López Jordán, y la historia del Chacho Peñaloza, con la misma erudición, y la vida de José Hernández; y otros historiadores del revisionismo que están en este instituto como Alen Lascano ha reivindicado a Felipe Ibarra de Santiago del Estero, y después de ese trabajo ya no se habla mas mal de Ibarra que es un prócer en Santiago del Estero, y así podemos seguir hablando de otros caudillos del interior en donde el revisionismo se extiendo no sólo a la época de Rosas sino hacia fines del siglo XIX y parte del siglo XX y también hacia atrás con el período de la colonia, y el período de la América Hispana, y la interpretación revisionista de mayo. Pero sin embargo, todavía recibimos esos "baldazos", como que solamente nos hemos dedicado a la reivindicación de Rosas, por supuesto que Rosas es el eje de una revalorización de una visión casi total de la historia argentina.
Voy a comentar también, un libro que es una síntesis de la historia argentina, que podría ser un manual exquisito para la escuela secundaria y también la universitaria que es "Historia del país de los argentinos", editado por Theoría. Se trata de un libro chico, que es una síntesis de la historia argentina hasta el 17 de octubre de 1945.
Otro trabajo olvidado, que no tuvo gran repercusión, que se llama "Un proyecto olvidado, la Confederación Argentina", dónde se rescata una generación como Mariano Fragueiro, que es el anti-Alberdi en materia económica, fue un hombre estatista en el siglo XIX; rescata a Francisco Fernández, a Olegario V Andrade, Nicasio Oraño, etc, es decir, hace un rescate de una generación olvidada desde el punto de vista político, ya que en este aspecto nadie dice que estos hombres no fueron mitristas, no fueron sarmientistas, y cuando entraron a la política lo hicieron a través del alsinismo, es decir a través del Partido Autonomista Nacional.
Otro libro excelente, también pequeño, que se llama "El autoritarismo en la historia argentina", comienza por señalar el autoritarismo con el iluminismo liberal francés metido en las cortes borbónicas de España, de allá proviene al autoritarismo. Ese autoritarismo liberal borbónico de Carlos III que después lo hereda el partido unitario y que se traslada a las clases directoras de nuestro país como actitud permanente que nace, no justamente en los regímenes populistas, sino por el contrario, en los regímenes aristocráticos que creen tener la verdad permanentemente y por lo tanto al enemigo hay que destruirlo. Esta actitud de por ejemplo, Carlos III, de incendiar los libros de Francisco Suárez, porque era el autor de aquella teoría que sostenía que la autoridad y el poder vienen de Dios pero se encarnan en el pueblo y este es el que se la da a las autoridades. De tal manera el Príncipe no es el vicario de Cristo, el Príncipe tiene que dar cuenta al pueblo de sus obras. Esto decía este jesuita que estaba fundando un poco la teoría de la revolución, porque aquél gobernante que se convierte en déspota, y no responde a los requerimientos de los pares, entonces se le saca la fuerza. Por esta teoría Carlos III ordena incendiar todos los libros del Padre Suárez. Este concepto de gobernar para el pueblo, con el pueblo, pero sin el pueblo, es una concepción borbónica ilustrada, del racionalismo francés metido en España y trasmitido posteriormente al partido unitario y por éste a todos sus descendientes desde el punto de vista histórico que no quiero mencionarlos.
Otro trabajo, que podríamos denominarlo de hormiga, porque es una crestomatía, es decir, una colección de expresiones de personalidades de distintos matices ideológicos que se refieren a Rosas, el los coleccionó y después hizo un libro que se llama "La vuelta de Juan Manuel" que coincidió con la vuelta de Don Juan Manuel a la Argentina, en ese libro son 110 opiniones de las mas impensadas personalidades sobre Rosas. Las opiniones de Borges, de Sábato, de Ravignani, y otros, que Fermín tomó de sus lecturas; ya que era un ávido lector, y en este libro los "escracha". Por ejemplo, aquí Ravignani dice: "Rosas tuvo amigos entre gente importante y entre los humildes, más su prestigio como hombre lo afirmó entre éstos últimos. Entre los importantes se incubaron enemigos como los Maza y los estancieros del sur. A los personajes federales del interior los envolvió en una trama amistosa y sutil que sin su conocimiento haría inexplicable la acción política desplegada. Con Estanislao López y Quiroga estructuró la Confederación a partir de 1831, sobre la base de un íntimo entendimiento, era un gran conocedor del temperamento. Supo ser así un político práctico en la correspondencia sostenida con uno y con otro aparenta dos ecuaciones personales diferentes, sobre todo una conciencia política proteiforme. Es un príncipe criollo". Esto lo dijo un radical no yrigoyenista, sino unionista. También se “escrachó” a un socialista, Sánchez Viamonte, que en un rato de sinceridad dijo: "Puede decirse, usando una expresión un tanto atrevida, que la dictadura de Rosas produjo un fenómeno de democratización antirrepublicana, si se admite para democracia la acepción simplista del concepto opuesto a aristocracia, en efecto, la dictadura abolió prácticamente la división de clases propia de la colonia, cosa que no había podido hacer la revolución de mayo. La inversión de valores sociales que implica el gobierno de Rosas es una consecuencia del predominio rural y del alzamiento fomentado por él del bajo fondo, popular y urbano como, como siempre el autócrata es resistido por la elite aristrocratica o plutocratica y su triunfo se debe al apoyo de la masa popular cuyo mandato implicito consiste en la nivelación de las clases, destruyendo los mas arraigados privilegios". Esto lo decía un socialista como Sánchez Viamonte que fue un furioso gorila anti peronista, que integró aquella comisión "orientadora" de la Revolución Libertadora. Aún dice más: "Rosas quebró y anuló la actitud reservada y despectiva de Buenos Aires hacia el resto del país que tantas suspicacias y enconos había provocado. De todos los porteños Rosas fue el menos porteñista, su hondo sentido de la vida rural le aproximaba a los caudillos de las provincias y le permitía entenderse con ellos de igual a igual hablando su mismo lenguaje y concertando su acción. Si es federal como tendencia política, es unitario desde el punto de vista estrictamente nacional". Bueno, como verán en este trabajo Fermín encontraba las frases adecuadas de los personajes más insólitos que uno puede decir que jamás se podrían haber pronunciado a favor de Rosas. Hay 110 opiniones que recopiló, y ante una objeción que yo le hice una vez, señalándole que no había puesto los conceptos de Alberdi, Urquiza, el propio San Martín, el me contestó; "Mira Jorge, la gente ya lo sabe eso. En cambio lo de estas otras personalidades no", y en este comentario se puede ver como Fermín sobreestimaba la cultura de la gente, y a su vez, se subestimaba él, por la gran humildad que tenía.
Tiene también Fermín, incursiones en materia de historia contemporánea sumamente prolíficas. Los cuatro tomos de Historia Argentina, en homenaje a José María Rosa, del 13 al 17, que hicimos con Canton, Manson, yo, bajo la dirección de Fermín, son cuatro tomos que van de 1946 a 1976, es decir, hasta la caída de Isabel Perón. Son tomos de historia contemporánea en una época en la que todavía no había nada, o había poco, escrito sobre el tema; son muy importantes y de consulta permanente. Además escribió la historia de "Perón y el peronismo" que son dos tomos grandes y completísimos (de 1895 hasta 1955), tiene la historia de "Eva Perón", otro sobre la vida de Evita que se llama "Eva Perón sin mitos", otro trabajo, muy original por cierto, cuyo título es "La chispa de Perón", donde describe anécdotas de Perón, donde el General se expresaba con ironía o con un sarcasmo a veces bastante "sangriento", y esto generalmente es una licencia que se permiten los hombre de talento, que tienen este tipo de humor. Pero se trata sin duda, de un librito exquisito donde entre otras esta la anécdota contada por Pedro Michelini que dice mas o menos así: "Pedro Michelini actuaba como abogado de Perón en algunos asuntos menores y entonces va a Puerta de Hierro a la Quinta 17 de Octubre a hacerle firmar al General unos escritos para acciones jurídicas. Allí estuvo una semana, en 1960 más o menos, y manifestaba Michelini que no quería meterse en política porque acá se estaban peleando todos. Llegado el fin de semana ya estaba todo firmado y Michelini próximo a irse de España, recibe de manos de Perón dos sobres mientras le ordenaba: "Esto se lo da Alonso y esto se lo da a Vandor". A lo que Michelini replica: "Pero General ya le dije que no quiero meterme en política porque se están peleando en Bs As, discutiendo", y Perón dijo: "Mire hijo, tiene que hacer como el gaucho, que junta bosta y barro. Y con la bosta y el barro se construye su rancho y después lo convierte en un nido de amor". "Así -dijo Michelini- me encontré de vuelta en Bs As, haciendo política, porque me enroscó la víbora el viejo". Hay también otra anécdota muy graciosa; pero es importante hacer notar que casi todas estas anécdotas de Perón siempre tenían un sentido didáctico, pedagógico. De esta manera, el General decía: "Yo como Alejandro, que le daba los negocios a Craso, le dejo los negocios a Jorge Antonio. Mi Craso, es Jorge Antonio". Esto venía a cuento, a que muchos que lo visitaban a Perón, pensaban que era un dictador sudamericano lleno de dinero en el bolsillo y lo frecuentaba gente que quería hacer negocios con Perón. Pero el General no tenía plata; el que si tenía era Jorge Antonio que lo "bancaba" y algunos otros empresarios. De todos modos Perón atendía a todos por igual. Cierta vez, lo van a ver de una compañía pesquera y le manifiestan su interés de que el General intervenga en una factoría importante. ¿Ah si?, -dijo Perón-, ¿Y que tendría que poner yo?; bueno General Ud tendía que comprar los barcos y pagar los jornales al personal. Ah, entonces seguro que los que Uds van a poner es el océano. Vayan m ‘ hijos, entiéndanse con Don Jorge Antonio. Todas estas anécdotas, y muchas otras están en este libro, que si estuviera ene librería yo lo recomendaría altamente porque verían el talento de Perón y sobre todo, la forma en que lo presenta Fermín.
Entre otros trabajos que merecen comentarse, no sin cometer injustas y obvias omisiones con un autor que según me comentó Federico Addisi que está efectuando la recopilación de su bibliografía completa, tiene más de 61 libros; es el llamado “Peronismo visto por Víctor Frankl”, y me estoy refiriendo, no al psicoanalista muy famoso, sino al sabio austríaco, que es un sabio en materia de Ciencias Sociales que también pasó por hispanoamérica y por la Argentina, y tuvo una visión del peronismo que luego volcó en su libro. Fermín Chávez, lo que hace aquí es extraer de los libros de Víctor Frankl que afirman que los derechos del trabajador de la constitución del 49 son casi la letra de las Encíclicas Papales de Quadragesimo Anno, no Rerum Novarum; que son prácticamente transcriptas de esa encíclica de Pío XI. Tiene otro libro que se llama “Siete escolios sobre Perón”, la palabra “escolios” pertenece al griego y significa lo siguiente. En la antigüedad cuando los griegos se encontraban en grandes fiestas o banquetes, cantaban un tema de un hecho homérico o de un hecho épico de su historia. En este caso, significaría, algo así como aquellos aspectos desconocidos de Perón. Por ejemplo, el comercio intelectual que Perón tenía con los filósofos presocráticos y extrae muchas expresiones del General que proceden de allí, además de Sócrates por supuesto del que Perón era gran admirador. Otro aspecto casi desconocido aquí reseñado, es el de Perón pianista, como tocaba muy bien el piano. Especialmente merece destacarse por su importancia histórica, una carta que se publica en el libro, que Perón muy jóven le envía a su padre, con motivo del término de la Gran Guerra diciéndole que estaban todos contentos por el término de la guerra porque esta nunca es buena, pero señala que los vencedores no son amigos de la Argentina y que el único que pudo parar el atropello Europeo fue aquél dictador que se llamó Don Juan Manuel de Rosas. Para esta época Perón tenía 20 o 22 años y el documento tiene mucho valor porque usualmente se sostiene, constituyendo una verdad a medias, que el revisionismo de Perón es posterior a sus dos primeros gobiernos, sobre todo de la época del exilio.
En cuanto a la prolífera vida de Fermín, se puede decir que fue un militante político también. Desempeñó el cargo de Vocal en el Comando Táctico Peronista. Fue un cuadro de conducción del peronismo en la época de la resistencia, en la clandestinidad. Después, en la legalidad, desempeñó el cargo de asesor del ministro del interior en 1974. Finalmente había escrito un trabajo que es un Diccionario Político, casi un trabajo de historiografía argentina, con todos aquellos que escribieron alguna vez una página de la historia argentina. Sin embargo, con respecto a este trabajo voy a contar algo doloroso. Este libro se le ofreció a la Secretaría de Cultura, que lo rechazó por “desviaciones ideológicas”. Este gobierno rechazó un trabajo de Fermín por desviaciones ideológicas...una cosa increíble. A los pocos meses falleció Fermín, y con ese dinero del trabajo último que la secretaría rechazó se le podría haber realizado un sepelio más digno, algo como corresponde.
Bueno, para terminar quiero agradecerles a los Jóvenes Revisionistas que me han invitado, y ojalá que puedan cosechar alguno de los frutos que ha sembrado tanto Fermín Chávez que ya mora en otras latitudes. Muchas gracias.

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