16 de marzo de 2012

ACTO POR EL 135° ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE JUAN MANUEL DE ROSAS, EN LA RECOLETA

El miércoles 14 de marzo de 2012, las autoridades del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”, organizaron un acto en el cementerio de La Recoleta para conmemorar un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del brigadier general Juan Manuel de Rosas.


Un nutrido número de personas se hizo presente en el sitio donde se ubica la bóveda de la familia Ortiz de Rozas, entre ellas varios representantes de instituciones militares y culturales. Hubo oficiales del Ejército Argentino, de la Armada, de la Fuerza Aérea, de Prefectura, de la Policía Federal Argentina y tres efectivos, con uniforme histórico, del Regimiento de Granaderos a Caballo “Gral. San Martín”, uno de los cuales ofició de trompa.


A su vez, hubo miembros del Instituto Rosas de Gral. San Martín, del Instituto Rosas de Lanús y funcionarios de la Secretaría de Cultura de la Nación. Por parte del Instituto Rosas de Buenos Aires, organizador del acto, se hallaban su presidente, Dr. Alberto González Arzac, su vicepresidente 1°, Dr. Alberto Gelly Cantilo, el secretario general Oscar Denovi, el Dr. Diego Gutiérrez Walker, el Dr. Sandro Olaza Pallero, el Miembro Acádemico y ex presidente de la entidad, Prof. Jorge Sulé, y miembros de la Comisión Directiva de Jóvenes Revisionistas, su brazo juvenil. El evento se concretó acorde a lo que había estimado el personal de Protocolo y Ceremonial del Instituto Rosas, que también se hallaba en el lugar.


Como presentador ofició Gutiérrez Walker, quien llamó a todos los concurrentes a entonar las estrofas del Himno Nacional. Tras el posterior depósito de una ofrenda floral en la entrada de la sepultura de Rosas y del sermón ofrecido por un cura párroco de la Iglesia del Pilar, Gutiérrez Walker presentó al orador, profesor Jorge Sulé, para que dirija unas palabras a la concurrencia sobre por qué, cada 14 de marzo, es deber de todo buen argentino honrar la memoria del Restaurador de las Leyes.

El discurso tuvo como ejes la obra de gobierno de Rosas -como hacedor de pueblos, como pacificador de la patria y como gobernador honesto y defensor de la soberanía- y la posteridad de Caseros, que lo encontró exiliado y a su gobierno censurado y vituperado. Sobre el final, alegó que si bien la figura de Rosas se acrecienta cada vez más en el relato historiográfico, todavía persisten los mismos apellidos y las mismas censuras que no permitieron, a muchas generaciones de argentinos, el llegar a comprender cabalmente quién había sido don Juan Manuel. Y que, en ese sentido, el revisionismo histórico tiene que continuar su digna batalla cultural.

Un solemne toque de silencio, hecho por el trompa de Granaderos, fue la antesala perfecta para la finalización de este acto emotivo. Un acto justiciero que nunca debe pasarse por alto en las efemérides patricias.


Comisión Directiva

JOVENES REVISIONISTAS

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