Es muy probable que en la época en que era llamado “Matraca”, José Hernández se haya topado con bravas historias de gauchos veteranos de la etapa rosista que pelearon sin descanso. Estamos ubicados entre 1858 y 1859, bienio que encuentra al creador del “Martín Fierro” entre el periodismo y el vagabundeo por el viejo mercado de la ciudad de Paraná, convertida, entonces, en la capital de
Antes de las últimas dos grandes batallas decisivas de nuestra historia que derivaron, irremediablemente, en el triunfo definitivo del liberalismo británico en el Plata (Cepeda y Pavón, en especial esta última), Hernández ya comenzaba a percibir el final de la patria gaucha que hasta unos años antes lo había cautivado por su romanticismo, sencillez y dureza. Plantearse en ese año de 1858 que
Acumulando en su mente brillante los conocimientos adquiridos junto a su padre –partidario fervoroso de
EL LISTADO Y LAS FALTAS
Mentiríamos si dijéramos que la vida rural en tiempos de don Juan Manuel de Rosas era idílica, pero seríamos más mentirosos aún si profesáramos que luego de la batalla de Caseros la campaña anduvo mejor. El paraíso campestre se esfumaba al aflorar las famosas levas para asistir al servicio de las armas. En todo tiempo y régimen, el gaucho le quiso escapar…a no ser que el trato de la oficialidad haya sido correcto y acorde a las necesidades de la vida del miliciano. A juzgar por el origen popular de los caudillos federales, estimamos que nunca han sido mejor considerados los gauchos que en esos años cuando completaban las plazas de los batallones y regimientos patrios para luchar contra el impío unitario. De todas formas, si la disciplina militar siempre fue rigurosa era porque el desorden, que en esas instancias estaba ahí nomás, podía significar la derrota y la muerte.
Veamos el siguiente documento de Febrero de 1831, momento en que fueron movilizados los batallones de Buenos Aires y levados los nobles gauchos bonaerenses para emprender una ofensiva militar contra el general unitario José María Paz en la provincia de Córdoba, la cual había tomado tras las acciones de
“Relación de los individuos entregados, a virtud en orden superior, al Coronel Don Narciso del Valle para el servicio de las armas.
Febrero 17-
Carlos Bicherson……………….. Herido.
Juan José Acuña……………….. Vago jugador.
Entregados en esta fecha
Tomás Zavaleta………………… Sin papeleta de ocupación ni enrolamiento.
Juan Arce………………………. Íd – Íd.
Manuel Márquez………………. Heridas leves.
Joaquín Guzmán………………. Sin papeleta de contrata ni enrolamiento.
Ignacio Vera…………………… Sin papeleta de contrata ni enrolamiento.
Juan Lorenzo Benítez…………. Intentó robar a un extranjero.
Lino Agüero……………………. Vago sin papeleta.
Juan Navarro…………………... Vago sin papeleta.
Enrique Nelson…………………. Herido.
Juan de
José María López………………. Íd y sin papeleta de ocupación ni enrolamiento.
Cayetano Mansilla……………... Sin ocupación.
Sebastián Coronel……………… Sin documento de ocupación, ni enrolamiento.
José Silva……………………….. Íd.
Fermín Peñaflor……………….. Íd.
Gabino Malaves………………... Íd.
José Domingo Guevara………... Íd.
Jacinto Santillán……………….. Íd.
José Gallardo…………………... Mala conducta y sin documento de enrolamiento.
Buenos Aires, Febrero 19 de 1831.
Perdriel (firma).”
Fuente: Nota de Gregorio Perdriel con nombres de individuos para las armas, 19-II-1831. Archivo General de
1 comentario:
DISCULPEN QUE NO ES EL TEMA.
Estimado Sr. Turone y demás miembros,
¿En qué librerías de la ciudad de La Plata o Capital Federal puedo comprar los dos flamantes libros del Dr. González Arzac? Muchas gracias.
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