21 de agosto de 2007

JOSÉ IGNACIO RUCCI: PARADIGMA DE SINDICALISMO NACIONAL





JOSÉ IGNACIO RUCCI:
“Nos negamos a seguir mirando, impasibles, el rostro marchito de la Patria”
Diciembre de 1972.

Descubrir en el espectro sindical nacional actual ejemplos de sentimientos profundamente nacionales como el de José Ignacio Rucci es una tarea posiblemente con difícil desenlace feliz.
Quienes lo han conocido pueden bien dar fe de su lealtad, humildad, compañerismo, sacrificio y coraje, siempre por el bien de la Patria, a pesar de que algún trasnochado aun hoy lo discuta.
Y es en sus discursos el tono de voz seguro, cargado de emoción y orgulloso al decir innumerable cantidad de veces la palabra “Patria” lo que habla del profundo sentimiento nacional que cargaba el simple pronunciamiento de este vocablo. Quienes intenten distanciar a José de este sentimiento están muy lejos de poder interpretar su accionar. Aún sentenciado públicamente a muerte jamás dio un paso a atrás.



BREVE RESEÑA


Nació en Alcorta, provincia de Santa Fe el 15 de Marzo de 1924. Su carrera sindical comienza en la fábrica de cocinas “Catita”. Derrocado Perón, en 1955, forma parte activa en la Resistencia Peronista.
Su paso como interventor en la Unión Obrera Metalúrgica de San Nicolás, a mediados de los sesenta, le abre las puertas del Secretariado Nacional como Secretario de Prensa junto a entre otros, Augusto Vandor, Avelino Fernández, Paulino Niembro, Armando Cabo, Lorenzo Miguel.
El 2 de julio de 1970 gracias a su valiente e innegable lealtad hacia Perón lo lleva al cargo de Secretario General de la Confederación General del Trabajo. Su objetivo es sin lugar a dudas el retorno del General Juan Domingo Perón a su Patria, cosa que logra junto con millones de militantes de diversas organizaciones el 17 noviembre de 1972, bajo una lluvia torrencial. En inolvidable imagen Rucci, representando al pueblo, protege a su Líder con su paraguas. Comenzaba a firmar su sentencia de muerte.


SU PENSAMIENTO

El paso del tiempo demuestra cada vez mas el indudable profundo respeto y cariño de José Rucci hacia lo que pensaba era nuestro único Conductor, Juan Domingo Perón.
Siempre hizo pública su rabia a la intentona por parte de lo que denominaba “personeros del inmundo trapo rojo” de infiltrar y corroer a una generación en detrimento de la Patria, porque estaba plenamente convencido, como si de hoy se tratase, de que “… nuestra lucha está dada en romper el coloniaje mental y cultural que nos oprime, rescatar al pueblo de su ostracismo social y político, independizarnos de todo imperialismo, e impulsar un vigoroso proceso de nacionalización, socialización, y amplia participación popular en todos los estrados de poder”.
Claramente se encargó de advertir, separando la partidocracia del movimiento, lo que en estos días sufrimos: “el Peronismo de ninguna manera se lo puede confundir con un partido político: El Peronismo es la esencia de un gran movimiento revolucionario.”
Claro es el posicionamiento ideológico de Rucci descripto en la carta que a continuación se transcribe:
“Ruego a usted y demás miembros de ese secretariado sean portadores de mi adhesión personal al traslado de los restos del compañero Ángel Bertoglio caído bajo las balas asesinas de los sucios bolches. Nos consta que los personeros del inmundo trapo rojo, desde hace 17 años se han complicado con la reacción antipopular en el deleznable esfuerzo de evitar que los argentinos retomemos el camino de una auténtica revolución con el sentido nacional. Así los hemos visto abrazados con los gorilas en la Constituyente de Santa Fe para derogar nuestra Constitución. Así los vemos hoy recorriendo el país para conformar “intersindicales” en franca conjura con el gorilaje. De nada valdrán sus rastreros procedimientos, por la sencilla razón de que los trabajadores argentinos hemos adquirido un alto grado de conciencia que responde a los supremos intereses de nuestra patria, que nos permite rechazar las inmorales actitudes de esos mercenarios de la política internacional. Nada ni nadie logrará torcer el futuro venturoso de los trabajadores argentinos, que nos sentimos grandes protagonistas del actual proceso que se simboliza en el sable libertador del General San Martín, en el flamear de los ponchos montoneros de don Juan Manuel de Rosas y se enaltece con la doctrina cristiana y justicialista que tiene en la insigne figura del General Juan Domingo Perón a su ilustre creador y ejecutor.
Pues entonces vaya para el compañero Ángel Bertoglio el solemne homenaje de quien como él ha hecho un culto por la lucha y el triunfo del pueblo, dentro de un marco de la más absoluta nacionalidad, donde sólo exista como enseña patria nuestra bandera azul y blanca y una nación de los argentinos y para los argentinos. Ángel Bertoglio, paz en tu tumba”.

RUCCI Y SU SENTENCIA: EL PACTO SOCIAL

La profunda crisis en que estaba sumergida la Argentina a principios de los setenta requería de cambios políticos radicales, y sólo se podrían efectivizar a través de una concertación que incluyera a todos los sectores que componen una sociedad. Así nace el denominado por entonces Pacto Social.
Lo particular de este acuerdo radicaba en que no estaba compuesto por una suma de demandas entre los componentes, sino que por el contrario, el programa estaba fundamentado por un conjunto de ofertas sostenidas por una autentica base política y social. Por parte del gobierno la garantía era Juan Perón; Ricardo Balbín, por parte de la oposición; por la parte sindical, José Ignacio Rucci, y por la parte empresarial José Gelbard.
Varios testigos durante la firma del Pacto por parte de Rucci se sorprendieron al escuchar un contundente “estoy firmando mi sentencia a muerte”, pero sabía que se alcanzaba el objetivo y primero la Patria.
En poco tiempo se revirtió una situación económicamente excluyente, degradante y desfavorable a lo largo de 18 años.


EL ASESINATO



Paradójicamente el mensaje televisivo que daría el mismo día en que fue asesinado comenzaba con una fuerte y clara misiva “difícilmente” interpretable para aquellos que no entendieron, ni entienden cual es el camino para el bien de la Patria. Esta es definitivamente la asumida lucha que provoca su asesinato por parte de los “amantes de los pensamientos foráneos”:
“Ahora el fragor de las luchas ha pasado a convertirse en historia. La realidad de nuestros días es la unión, el trabajo y la paz…”
“…La reconstrucción de la Patria es una tarea común para todos los argentinos sin sectarismos ni exclusiones. La liberación será el destino común que habremos sabido conquistar, con patriotismo, sin egoísmos, abiertos mentalmente a una sociedad nueva, para un mundo mejor.
“La Patria requiere de todos, todos con la Patria en la hora suprema de la verdad, con profundo sentimiento de nacionalidad, con profundo sentimiento de Cristiandad; seguros de que el pueblo es gobierno y cuenta con la figura del Teniente Gral. Juan Domingo Perón a su legitimo representante y exponente de sus aspiraciones que nos llevará inexorablemente a una Argentina Liberada”.
El 25 de Setiembre de 1973 una lluvia de balas podrá haber apagado la vida de este soldado de la Patria Justa, Libre y Soberana, pero no el ejemplo que es, y será por siempre, este fiel paradigma de la lucha sindical por la grandeza e inmortalidad de la Nación. Podrán discutir su irreprimible necesidad de decir las cosas de frente y “sin anestesia” pero jamás el profundo amor a la Patria.


Patricio Mircovich


Bibliografía:

- Argentina Liberada”, 1970-1973, Órgano de difusión de la CGT.
- (Archivo del autor). Carta del secretario general de la Confederación General del Trabajo (C.G.T.) al secretario de la Delegación Regional Rosario de dicho organismo laboral en ocasión del traslado de los restos del militante del Movimiento Nacionalista Tacuara, Eduardo Ángel Bertoglio, asesinado el 25 de febrero de 1964 en el Salón de Cerveceros al llevarse a cabo un plenario del Movimiento Obrero Organizado, donde también fueron masacrados Víctor Militello y Antonio Giardina por elementos del Partido Comunista.
- (Archivo del autor). Fragmentos del mensaje, que en nombre del Movimiento Obrero Organizado, iba a leer José I. Rucci el 25 de septiembre a raíz del triunfo de Juan Domingo Perón, y que fue truncado por su asesinato.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente texto para aquellos que creen que la PATRIA se construye desde la violencia.

Unknown dijo...

Excelente texto para aquellos que creen que la PATRIA se construye desde la violencia.